UNAL Sede Palmira, refugio para más de 80 especies de aves

Según el biólogo Sebastián Giraldo Dávila en Palmira se habrían descubierto y clasificado cerca de 431 especies de aves, diversidad favorecida por las ventajas climáticas y geográficas del territorio, por contar con valles y prados verdes, además de bosques tanto montañosos como de niebla y andinos y zonas de páramos.

De estas especies, cerca de 80 aves locales y migratorias habitan en el campus de la UNAL Sede Palmira, por lo que la Institución –a través de su Oficina de Gestión Ambiental– comenzó a renovar su inventario de flora y fauna en este campus, su Centro Experimental (CEUNP) en Villagorgona, Candelaria (Valle) y en la Reserva Nacional Forestal Bosque de Yotoco (Valle).

“Como la población de animalitos es fluctuante, además de los inventarios de flora y fauna es importante conocerla para pensar en planes de conservación de estas poblaciones y que se conserven lo mejor posible desde el punto de vista de la actividad humana”, afirma el profesor Diego Fernando Mejía, coordinador de la Oficina de Gestión Ambiental (OGA) de la UNAL Sede Palmira.

Algunas de las aves que frecuentan el departamento y son conocidas por sus vivos colores y cantos son la pigua (un tipo de halcón pequeño), el bichofué gritón, el pechirrojo (Pyrocephalus), el sirirí común o las cotorras Cheja (o cabeciazul).

Identificar y conservar

Aunque la Sede Palmira ya había realizado un inventario de flora y de algunas especies de la fauna con docentes, investigadores y estudiantes de los programas académicos de la Sede, el profesor Mejía comenta que “una de las docentes que participó en ese inventario original nos hizo caer en la cuenta de que hay muchas aves que a veces no se registran porque viven en lo alto de los árboles y nunca bajan, o algunas son muy pequeñas y no son fáciles de detectar”.

En cuanto a la Reserva Forestal de Yotoco, el equipo tendría el reto de estudiar las 559 hectáreas de bosque –donde además de aves habitan monos, murciélagos, reptiles y otros animales– con el fin de saber mantenerlos en las mejores condiciones ambientales en su hábitat natural.

Lo mismo ocurre con el CEUNP en Candelaria, una estación con amplios terrenos para experimentos agrícolas desde los programas de Agronomía e Ingeniería Agrícola.

Con este proyecto, la Universidad también busca obtener registros de audio, fotografía y videos para que, incluso desde el turismo ecológico, sea material para compartir con los visitantes y miembros de la comunidad universitaria, y que puedan identificar los tipos de aves y animales con los que comparten en el ecosistema.

“Por ejemplo, en sus visitas nuestro biólogo ha procurado grabar los cantos para tener un banco auditivo y observar comportamientos de los animales y grabarlos en video para dejar las puertas abiertas a muchas investigaciones sobre fauna”, señala el docente.

Institución sostenible

Todo formaría parte de un conjunto de proyectos que la OGA realiza para estar alineado con el Plan Global de Desarrollo emitido desde la Rectoría de la Universidad, relacionado con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.

“Queremos cumplir especialmente los objetivos 11 y 15, relacionados con tener ciudades y comunidades sostenibles y mantener la vida de ecosistemas terrestres. Buscamos tener un mundo más agradable para vivir”, agrega el docente.

La UNAL Sede Palmira, junto con el Comité Técnico Nacional de Gestión Ambiental, cuenta con un presupuesto robusto para desarrollar este proyecto y otros de sostenibilidad ambiental como mejorar la gestión en manejo del agua y alcantarillado, implementar paneles solares y cuidar y podar jardines y árboles.

La UNAL ha formado parte del Ranking Mundial Greenmetric, que destaca a las universidades con las mejores políticas de campus verdes y sostenibles en el mundo; en 2020 obtuvo el cuarto puesto nacional, el sexto en Latinoamérica y el 52 mundial, tras participar con más de 900 instituciones.