UNAL Sede Manizales, universidad “pilosa” en recolección de pilas

Las pilas que usted utiliza en relojes, lámparas, linternas, mouses de computadora o juguetes, transforman la energía química en energía eléctrica, debido a que el dióxido de magnesio que contienen en su interior reacciona con una varilla de carbono, cargando de energía cada polo de la batería, ya sea negativo o positivo. Además, la reacción está protegida por una pasta de cloruro amónico y zinc.

La mayoría de las pilas cargan voltajes de 1,5 voltios y su capacidad va desde los 2.550 hasta los 3.000 miliamperios, cantidad más que suficiente para poner en marcha cualquier dispositivo. Sin embargo, cuando pasa su periodo de uso, más del 90 % de su contenido –conformado por sustancias como mercurio, cadmio, zinc o plomo– es contaminante.

La mala disposición de estos dispositivos, que suelen ser arrojados en la basura, el suelo, o directamente en ríos o quebradas, podría afectar la vida humana, pues la exposición a estos puede producir ceguera, cambios de personalidad, pérdida de memoria, daños en los riñones y los pulmones, cáncer, e incluso, a altas exposiciones, la muerte.

Un informe reciente de la ANDI muestra que cada año más de 200 millones de pilas no se reciclan en el país, lo que pone en evidencia la enorme cantidad de basura tóxica que cada día va a parar a basureros a cielo abierto y a rellenos sanitarios.

Ante dicho escenario, desde 2019 la Oficina de Gestión Ambiental (OGA) de la UNAL Sede Manizales trabaja por controlar la recolección de residuos de los diferentes laboratorios y materiales sobrantes para mitigar el impacto ambiental en la región. Dentro de las acciones realizadas en este periodo ha recolectado más de 120 kilos de pilas, las cuales son entregadas a la Corporación Pilas con el Ambiente, que se encarga de disponer sus componentes de manera óptima y controlada.

Para incentivar en las organizaciones públicas y privadas un mejor manejo de estos residuos, la Corporación, patrocinada por la ANDI, lidera la campaña “Pilas con el ambiente”. Hasta el momento, colegios, fábricas y hospitales han sido reconocidas por esta labor.

En 2022 el reto lo asumieron las instituciones de educación superior que se vincularon a la iniciativa bajo el lema “Universidades pilas”. La UNAL Sede Manizales se apuntó a la meta de recolectar durante 3 meses, de agosto a octubre, más de 30 kilos de pilas (tope mínimo).

Así, la OGA ubicó tres contenedores en las porterías de los campus Palogrande, La Nubia y El Cable y colectó 93 kilos, cantidad que superó con creces el reto inicial. Por tal hazaña, el pasado 8 de mayo la Corporación Pilas con el Ambiente le entregó a la Sede el “Sello Ambiental 2023 - pilas con el Ambiente”.

El profesor Neil Guerrero González, vicerrector de la UNAL Sede Manizales, invita a la comunidad universitaria a mantenerse proactiva en el ejercicio de recolección y óptima disposición de las pilas. “La OGA seguirá recibiendo todo este material para hacerle una gestión apropiada y seguir contribuyendo con el cuidado del medioambiente para que no lleguen a las fuentes hídricas”.