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Ciencia y Tecnología

UNAL avanza con pasos firmes en la Hoja de ruta del hidrógeno

    Producir hidrógeno a partir de bacterias y algas, aprovechar el movimiento del mar para generar electricidad, fabricar pilas de hidrógeno y subproductos de biosolventes para hacer telas, son algunas de las investigaciones que se adelantan en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) para hacer realidad la “Hoja de ruta del hidrógeno en Colombia” lanzada por el Gobierno a finales del año pasado con el propósito de descarbonizar la economía del país.

    Varias de estas iniciativas fueron presentadas por cerca de 20 investigadores en el foro “La hoja de ruta del hidrógeno en Colombia: consolidando capacidades de la UNAL”, al cual fueron convocados más de 100 profesores, investigadores y estudiantes de diferentes sedes y facultades, por el grupo de investigación Bioprocesos y Bioprospección del Instituto de Biotecnología de la UNAL (IBUN).

    El profesor Mauricio Bernal, coordinador del Banco de Cepas y Genes del IBUN, quien expuso sus adelantos en la obtención de hidrógeno desde bacterias alimentadas con glicerol y otros sustratos, destacó la importancia de este encuentro para la gestión del conocimiento y el fortalecimiento de las investigaciones desde los hallazgos de otros proyectos. “Compartir resultados o adelantos con los pares permite que la construcción de conocimiento sea más eficaz”, destacó.

    Por su parte, el ingeniero Gustavo Buitrago, investigador y docente del IBUN, agregó que “en diferentes sedes de la Universidad identificamos grupos académicos, profesores, investigaciones, escuelas de formación, centros e institutos que han trabajado en temas relacionados con el hidrógeno, desde la producción, el almacenamiento y el uso, hasta aspectos sociales y jurídicos, alrededor de este elemento como combustible”.

    Fortalecer el trabajo colaborativo entre las diferentes disciplinas y promover trabajo intersedes que aporte al país soluciones en la descarbonización de la economía es esencial para dar el primer paso en la “Hoja de ruta del hidrógeno”. “Lo siguiente es crear un instrumento de divulgación para compartir los hallazgos que tuvimos en el Foro y poner a disposición del país y del mundo los conocimientos que estamos produciendo aquí en la Universidad”, comentó el profesor Buitrago.

    ¿Por qué el hidrógeno?

    El hidrógeno, el elemento químico más abundante en la corteza terrestre y una fuente alternativa de energía que no incide en el calentamiento global, demanda conocimientos sobre su producción, almacenamiento y consumo, no solo tecnológico, sino también en el ámbito legislativo, de desarrollo social y económico, entre otros.

    Por esto, el trabajo del IBUN para identificar el alcance del capital intelectual de la Universidad cobra relevancia en lo que se ha convertido en una carrera contrarreloj para frenar el calentamiento global. El consenso científico habla de la importancia de reducir al 50 % las emisiones de gases de efecto invernadero y mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 o 2 °C para el 2100. Para conseguir dicho objetivo es vital dejar de depender de recursos no renovables como el carbón, el petróleo y sus derivados.

    En los últimos años se han propuesto diferentes acuerdos internacionales, como el Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París; este último se generó en Glasgow en el 2021 y fue firmado por varios Gobiernos, entre ellos Colombia. Este Acuerdo busca que los países descarbonicen su economía, además de exigir una agenda política y de financiación a la investigación en el marco de la “Hoja de ruta del hidrógeno”. 

    A finales del año pasado, el Ministerio de Minas y Energía de Colombia dio los primeros parámetros sobre esta transición energética. Por esto la UNAL ha tomado la batuta en el área de investigación y busca el talento humano y el capital intelectual del país para trabajar en conjunto.

    Según el método de extracción, el hidrógeno se puede clasificar en verde, azul y gris. Las investigaciones de la UNAL le apuntan a obtenerlo de forma verde o bio, la cual consiste en emplear microorganismos, algas u otros organismos que lo producen en su metabolismo. También se puede producir por medio de electrólisis, un proceso en el que se descomponen las moléculas del agua (H2O) en oxígeno (O) e hidrógeno (H), y para tal propósito se emplea energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, como la eólica o la solar.

    Con la visión del hidrógeno verde, los investigadores de la UNAL, desde diferentes campos como física, química, ingeniería eléctrica, mecatrónica, microbiología, crearán una red de conocimiento que pondrán a disposición del país para contribuir a mitigar la emisión de gases de efecto invernadero.