Modelo estadístico determina cómo se mueve el mercado de telefonía móvil en el país

Saber cuántas líneas móviles hay en el país, cuántos números activos, si son prepago o pospago, y a qué operador pertenecen, es posible gracias a la información que trimestralmente publica en su página web el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTIC).

Catalina Londoño Ceballos, magíster en Ciencias - Estadística de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, señala que “esa información, que cualquier persona puede consultar, suelen usarla las empresas de telefonía para tomar decisiones, definir tácticas comerciales, determinar su posicionamiento en el mercado, establecer tarifas, etc. Sin embargo, tiene cinco meses de retraso, lo que impide aprovecharla totalmente”.

Este retraso es uno de los grandes desafíos para las empresas de telefonía comerciales. “Es importante saber con prontitud si el mercado propio y el general están creciendo o decreciendo. Ahora bien, las compañías suelen manejar datos propios, internos y actualizados que pueden usar para obtener con antelación la información que MinTIC publicará luego”, agrega.

Los datos con los que cuentan las empresas son el número total tanto de usuarios como de llamadas salientes hacia el mismo operador y hacia otros operadores, entre otros. “Por lo general esa información propia se consolida mensualmente, mientras que la de MinTIC es trimestral, por lo que fue importante, primero, desagregar los datos trimestrales a mensuales, con el fin de relacionar de forma adecuada una información con la otra y tener un panorama claro del mercado cada 30 y no cada 90 días”.

“La información proporcionada por el Ministerio se basa en la cantidad de números activos, no de personas, ya que un solo individuo puede manejar dos SIM Cards, una en pospago y otra en prepago. Aunque cada operador sabe cuántas líneas de estas le pertenecen, eso no es suficiente para saber cómo están distribuidas entre los demás operadores, es decir entre la competencia”, explica la investigadora.

En este punto se vuelven importantes los datos y variables que maneja internamente cada compañía. “Se tiene la cantidad de llamadas que entran del mismo operador y de otros, cuánto duran esas llamadas, cuáles líneas son prepago y cuáles pospago. Con la variable de las llamadas ya estamos incorporando datos externos, como por ejemplo de otros operadores; así conformamos un universo más completo”.

Después de organizar estos elementos se aplicó un modelo estadístico que permite incorporar las relaciones de estas variables, para luego estimar, por su propia cuenta, el tamaño total del mercado.

“Gracias al modelo que tomamos, las empresas pueden saber si su propio mercado está creciendo y si lo hace de forma homogénea, y determinar si las estrategias están funcionando, si están captando o no usuarios de otros operadores, entre otros aspectos”.

La magíster Londoño “entrenó” cinco modelos con las variables que tenía disponibles –otorgadas por una de las compañías representativas del sector– y encontró que el de mejor desempeño era el “modelo de regresión Poisson”.

“Dejamos ‘por fuera’ un periodo de seis meses e hicimos los cálculos para luego comparar con los resultados reales. Así nos dimos cuenta de que la precisión es buena, pues el error porcentual medio absoluto, es decir qué tan distinto fue el resultado del modelo con el de la realidad, fue del 0,53 %, o sea que no llegó ni al 1 %”.

Según la investigadora, “esta forma de proceder involucra no solo a las empresas para tomar sus decisiones, sino también a los usuarios. Dependiendo de las decisiones que se tomen oportunamente cambiarán las tarifas, lo que implica directamente a los usuarios. Si la empresa nota que está rezagada con respecto a las demás, tenderá a bajar sus precios u ofrecer beneficios para conservar y atraer nuevos clientes”.

Aunque los datos usados para la investigación se manejaron con confidencialidad, sí es posible que otras entidades capten la idea general y la usen según sus intereses.