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La UNAL se construye desde las regiones

    “La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) ha entendido que su carácter nacional va más allá de reflexionar sobre las regiones. Por ello han surgido diversas sedes en las zonas fronterizas del país”. Así lo aseguró el profesor Carlos Augusto Hernández, vicerrector Académico de la Institución, durante su participación en la “Cátedra de Fronteras: políticas de la UNAL hacia las fronteras”.

    La Universidad tiene la particularidad de tener sedes en diferentes fronteras del país: Amazonia, Caribe, Tumaco y Orinoquia, además de cinco sedes andinas, entre las cuales se encuentra la de La Paz, que tiene una relación profunda con la región Caribe, y particularmente con la frontera venezolana.

    “El trabajo con las fronteras está presente en la UNAL desde su fundación, cuando el primer rector, Manuel Ancízar, participó en la Misión Corográfica, una expedición realizada entre 1850 y 1859 para analizar las diferencias culturales y las perspectivas de las comunidades de las distintas regiones”, dijo el profesor Hernández.

    Allí no solo se trató de entender la riqueza natural sino también la riqueza cultural del país, basada en la diversidad. Así nacieron las sedes de frontera, que luego se llamaron Sedes de Presencia Nacional.

    “Desde su inauguración, la UNAL buscó la participación de las distintas regiones del país en aras de construir nación”, dijo el vicerrector Académico.

    También citó al antropólogo Guillermo Páramo, exrector de la UNAL, quien en uno de sus textos asegura que las Sedes de Presencia Nacional son la oportunidad de establecer un diálogo de saberes con las comunidades del país para recuperar su riqueza, y enfatiza en que se debe priorizar lo público sobre el privado para construir nación y nacionalidad.

    “Solo en ese acceso de la diferencia de las regiones y esa construcción de un país diverso era posible señalarle a la nación sus derroteros, sus peligros y posibilidades con sentido crítico y responsabilidad”, enfatizó el vicerrector Hernández.

    La idea es que el conocimiento universal se ponga al servicio de la solución de los problemas regionales.

    Por su parte el docente Luis Carlos Jiménez, de la UNAL Sede de La Paz, aseveró que “cuando se analiza la palabra frontera, esta aparece asociada con el reto del conocimiento, ese espacio donde la Universidad se proyecta”.

    “Mientras nosotros nos imaginamos las Sedes de Frontera como algo lejano, el Plan Estratégico Institucional (Plei 2034) las presenta por el lado presupuestal, es decir que existe una dificultad en términos de la organización presupuestal, ya que su estructura administrativa es diferente y no logran tener un recurso financiero que les permita avanzar en los grandes retos que poseen”.

    Así mismo, cuando hace referencia a los propósitos, el Plei 2034 muestra que los planes de acción aluden a un título que denomina el campus como “aula total”, que se recoge muy bien en lo que en la Sede de La Paz se denomina como “aula laboratorio territorial”.

    “Es decir, cómo aquello que inicialmente llamábamos ‘proyecto pedagógico’ realmente es un proyecto académico que nos permite hablar de ‘proyecto de aula’ de la misma manera que hablamos de ‘proyecto-extensión’ o de ‘proyecto-investigación’”, manifestó el académico.

    “Aula-investigación y extensión se recogen en un solo espacio en el reto de lo que significa construir conocimiento a partir de los problemas reales en los territorios, con los estudiantes y con el equipo profesoral, en contacto con ese contexto”, destacó.

    A su turno, la profesora Marcela Camacho, vicerrectora de la UNAL Sede de La Paz, dijo que “esta Sede fue concebida como ‘de frontera’, y aunque sigue unida a la frontera por su cercanía a la Serranía del Perijá, colindando con Venezuela, luego se constituyó como una Sede Andina, con sus características administrativas particulares para la Universidad”.

    “Nosotros nacimos en un esfuerzo intersedes, con una concepción de Sede de Presencia Nacional, con la idea de hacer un Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama), pero con una fuerte intervención de egresados de la UNAL que querían una Sede en esta región, y además con un acompañamiento significativo de la sociedad civil”.

    Sobre este tema argumentó: “me parece que la sociedad civil le da un anclaje local y regional muy especial a nuestra Sede. También un ejercicio de largo aliento de casi una década de gobiernos locales y regionales y de rectorías de la Universidad, y una apuesta muy ambiciosa, en mi opinión, en el sentido de considerarla como un laboratorio de exploración para toda la Universidad”.

    Agrego: “nuestro proyecto académico responde a algunas de las inquietudes que hemos tenido como Universidad; por ejemplo nuestro año de estudios generales es una reflexión de formación más allá de lo técnico o de expertiencias específicas profesionales o disciplinares hacia una reflexión ciudadana seria, pero también a poner en ‘tela de juicio’ cómo construimos conocimiento y cómo llevarlo a la práctica”, sustentó.

    Aunque se trata de una construcción nacional, la vicerrectora aseguró que “surge la importancia de lo local, el rescate de esos acentos especiales y esas singularidades que permiten generar una dimensión más compleja, más plural y diversa de lo que es la nación colombiana”.

    En esta actividad también estuvieron como invitados representantes de las Sedes Amazonia, Tumaco, Orinoquia y Caribe de la Universidad de Antioquia.