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Ciencia y Tecnología

Físico de la UNAL gana premio Alejandro Ángel Escobar

    Ronald García Ruiz, egresado de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y actual profesor asistente del Departamento de Física del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), recibió el Premio Nacional en Ciencias Exactas, Físicas y Naturales que otorga la Fundación Alejandro Ángel Escobar, por su estudio para responder a preguntas como por qué hay más materia que antimateria en el universo y cuál es el origen de los elementos en la tabla periódica.

    “La física siempre se ha preguntado cuáles son las piezas más elementales que forman el universo. Por ejemplo, si tomas una pieza de papel y la rompes, intentas mirar qué hay en esos pequeños pedazos, en algún punto te encuentras con moléculas, luego las separas y te das cuenta de que hay átomos, que a su vez están hecho de electrones, neutrones y protones, estos últimos formados por cuarks. Es decir, siempre estamos encontrando cuáles son los bloques más elementales que forman la materia en el universo”.

    Así resume el doctor García la investigación en torno a los grandes interrogantes sobre el universo y explica que lo que se ha hecho tradicionalmente es romper esos elementos con altas energías que hacen colisionar partículas y así evaluar lo que sale de allí.

    En ese sentido, señala que “nuestro trabajo, aunque es complementario, también es diferente: en este caso no tenemos que usar esos aceleradores o fuertes energías, sino que estudiamos con alta precisión átomos y moléculas. Tomamos ventaja del hecho de que –según la mecánica cuántica– los electrones tienen una probabilidad de entrar al núcleo atómico y medimos con alta precisión cada uno de esos electrones entendiendo así qué ocurre dentro del núcleo sin necesidad de colisiones a altas energías”.

    Señala además que “eso nos permite explorar algunos misterios del universo, como el rompimiento de simetrías fundamentales que dieron su inicio. Si las leyes de la física fueran perfectamente simétricas, se tuvo que crear la misma cantidad de materia que de antimateria. No obstante, lo que ocurre es que se ve materia pero solo una pequeña fracción de antimateria, y lo que hace al científico cuestionarse: ¿dónde se encuentra la antimateria, o por qué se creó más materia?”.

    “Una de las respuestas a esa pregunta implica que esas simetrías que creemos fundamentales en la naturaleza se tuvieron que haber violado, en particular la simetría del tiempo, conocida como reversión simétrica”, subraya el investigador de UNAL.

    Ruptura de la simetría del tiempo

    “La simetría del tiempo se tuvo que romper para dar origen a más materia que antimateria, por eso los físicos se han preguntado por muchos años cómo medir ese rompimiento”, explica el experto.

    Agrega que “se han hecho muchos experimentos, como por ejemplo colisionar muchas partículas a altas energías, y aunque se han detectado pequeños rompimientos de esas simetrías, aún no hemos detectado la violación de simetrías necesaria para explicar por qué hay más materia que antimateria en el universo”.

    “Las moléculas radioactivas se pueden recrear en el laboratorio de forma artificial para maximizar la violación de esa simetría. Esto se haría adicionando números extremos de neutrones y protones a los núcleos atómicos. Un gran reto es que terminan volviéndose inestables y radioactivos, es decir, con un tiempo de vida corto”.

    “Estas moléculas no existen en el planeta porque, al ser radiactivas, decaen, y aunque alguna vez tuvieron que haberse creado en la formación del planeta o en explosiones estelares, esa radioactividad hizo que desaparecieran con el tiempo. Ahora, como no podemos encontrarlas en el planeta, debemos crearlas en laboratorio y estudiarlas con alta precisión, esperando que esto lleve a algunas de las respuestas más fundamentales del universo”.

    Reconocimiento a su labor científica

    El profesor García realizó su pregrado en la UNAL, donde trabajó su tesis en física nuclear, con el profesor Fernando Cristancho. Después adelantó su maestría en la Universidad Autónoma de México (UNAM), al mismo tiempo que hacía experimentos en algunos laboratorios de Estados Unidos.

    Después de hacer su doctorado en Bélgica fue enviado a Suiza, donde pasó la mayor parte de su formación doctoral en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales (CERN), el laboratorio más grande de ciencia, que es financiado por varias naciones europeas.

    “El premio Alejandro Ángel Escobar, más que un reconocimiento es la oportunidad de que la voz de científicos sea escuchada, de llegar a una audiencia más amplia, sobre todo a los jóvenes de Colombia, máxime ahora en la crisis de esta pandemia. Quisiera decirles a esos jóvenes que le apuntan a la ciencia que se pueden hacer las cosas, que no importa de dónde venimos ni quiénes somos, es el trabajo duro y la disciplina lo que nos hará llegar muy lejos”, destaca.