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Desarrollo Rural

Fertirayo, software que mejora la salud de los suelos

    Alojada en un servidor web y con servicio las 24 horas del día, Fertirayo es una solución tecnológica para tomar decisiones en el campo que revolucionaría la forma en que se administran los fertilizantes y les permitiría a los agricultores mejorar su producción de manera responsable y sostenible con el medioambiente.

    Aunque la escasez de fertilizantes en el mundo –impulsada por el aumento de los precios y la falta de disponibilidad en el mercado– pone en riesgo el rendimiento y la calidad de la producción de alimentos, es una crisis que también presenta una oportunidad única para promover prácticas alternativas de manejo sostenible de la fertilización y crear nuevas tecnologías que atiendan el problema.

    En Colombia el 60 % de los suelos con vocación agrícola están afectados por la erosión, que obedece a factores como el uso intensivo de agroquímicos, la deforestación, la extensión ganadera y la contaminación, con Cesar, Caldas, Córdoba, Cundinamarca, Santander, La Guajira, Atlántico, Magdalena, Sucre, Tolima, Quindío, Huila y Boyacá como los departamentos más perjudicados.

    Además el 85 % de los suelos en el territorio es ácido y presenta deficiencias de nutrientes básicos como calcio, magnesio y potasio, por lo que muchos agricultores usan indiscriminadamente fertilizantes, lo que agrava el problema y genera un círculo vicioso que causa la contaminación de las aguas subterráneas y amenaza la producción de alimentos en el país.

    Tecnología, aliada del campo

    Consciente de esta problemática, la ingeniera agrícola Daniela Rayo Álvarez, magíster en Ciencias Agrarias (línea de investigación de Manejo de Suelos y Aguas) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, avanza en el desarrollo y registro del software Fertirayo, cuya marca incluye su apellido y que espera llegue a ser ampliamente utilizado por los agricultores colombianos.

    El revolucionario sistema originado durante la emergencia sanitaria por COVID-19 ya se ha probado y hoy se trabaja en posibles alianzas con centros de investigación y entidades para poner a prueba su eficiencia en la asignación precisa de fertilizantes a las plantas para garantizar las cantidades necesarias y los valores nutricionales más adecuados.

    Es una herramienta dirigida a asistentes técnicos, productores, centros de investigación, laboratorios, universidades y entidades del sector agrícola, alojada en un servidor web con servicio 24 horas del día los 365 días del año.

    “Fertirayo permite tomar mejores decisiones teniendo en cuenta características fisicoquímicas del suelo, requerimiento nutricional según factores como la etapa del cultivo, el tipo de cultivar y el suelo, entre otros”, señala la ingeniera Rayo, integrante del grupo de investigación “Mejoramiento genético, agronomía y producción de semillas de hortalizas”.

    El sistema funciona a partir de cuatro módulos principales que ofrecen: análisis fisicoquímicos del suelo, necesidad de fertilización, base de datos de cultivos y herramientas e informes. Con su desarrollo se crearán nuevos módulos que respondan a las requerimientos de los agricultores mediante el empleo de tecnologías emergentes.

    Durante casi dos años se ha sometido a rigurosas pruebas para garantizar su correcto funcionamiento, confiabilidad, seguridad y facilidad de uso.

    “Los análisis del suelo miden los niveles de nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio, y también evalúan los parámetros fisicoquímicos como humedad, textura y color, claves para para conocer los niveles de acidez”, explica la investigadora.

    Estos proporcionan información clave para que los agricultores entiendan las características del suelo en el que trabajan e interactúen con ellas para determinar qué nutrientes pueden faltar o estar en exceso, lo que traerá ventajas para sus bolsillos.

    Los directores del estudio fueron los profesores Sanín Ortiz Grisales, José Reinel Uribe Ceballos y Robert Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNAL Sede Palmira, y contó con la asesoría del ingeniero Luis Fernando Cadavid López, quien durante años ha investigado sobre la yuca.