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Ciencia y Tecnología

Estudiantes de la UNAL, entre los Titanes Caracol por su mototractor

    Esta ingeniosa herramienta para los pequeños agricultores colombianos, desarrollada por estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) a partir de motos recicladas, fue la ganadora en la categoría de “Tecnología e Innovación” del concurso Titanes Caracol, en su versión 2021.

    El mototractor surge del ensamblaje de partes de motocicletas recicladas con otras herramientas de uso diario de los agricultores como canastas y rastrillos, entre otras, que les ahorra tiempo en sus labores agrícolas, ya que funciona como fuente de poder para suplir las distintas necesidades del campo.

    “La primera categoría premiada fue la de Tecnología e Innovación, por la que estábamos participando. Sin embargo, cuando mostraron las imágenes del mototractor lloré de emoción al recordar todo lo que hemos hecho durante estos años y ver hasta dónde hemos llegado”.

    Estas fueron las palabras llenas de emotividad con las que Cristhian Perdigón, estudiante de Ingeniería Agrícola de la UNAL, describió el momento en que supo que su proyecto y el de sus compañeros Wilson Medina y Sebastián Peña había sido uno de los ganadores del Concurso. “Aunque nos hace falta mucho camino, es muy grato que nos digan que lo estamos haciendo bien”, subraya.

    En la misma categoría participaron proyectos muy alto nivel, como electricidad creada a través de estufas, diseño de botones de pánico o semáforos inteligentes, pero la herramienta para el campo fue la que logró la mayoría de votos, muchos de ellos, según Cristhian, aportados desde su alma mater.

    “Siento que hubo mucho apoyo por parte de los estudiantes de la UNAL. En su momento los invité a conocer y a votar por este hermoso proyecto que nació desde el corazón de la Universidad, sin recursos, pero con muchas ilusiones de que pueda seguir creciendo. Este premio es por nuestros campesinos y lo logramos gracias a todas las personas que nos apoyaron en este proceso, desde los laboratoristas que nos ayudaron a hacer los primeros prototipos en la Universidad, hasta los celadores que nos regañaban por dejar la máquina en el campus”, narra el estudiante Perdigón, aun con un tono de incredulidad y emoción en su voz.

    Una propuesta que nació en las aulas

    Los estudiantes comenzaron hace cuatro años a tocar puertas en laboratorios y a gestionar materiales para ver su idea materializada. “Nos íbamos moviendo entre los grandes proyectos de la UNAL e íbamos reutilizando materiales que sobraban y acudimos a los laboratorios de Física y de Diseño para que nos ayudaran a soldar y a enseñar cómo podíamos realizar nuestros mototractores”.

    De manera simultánea nació la idea de crear el Semillero de Investigación de Máquinas Agrícolas (SIMA), que hoy cuenta con más de 47 miembros de la Facultad de Ingeniería de la UNAL y desde el cual se han ejecutado diferentes proyectos y máquinas enfocadas en el pequeño agricultor colombiano.

    Actualmente en el mercado una máquina parecida al mototractor puede costar entre 15 y 35 millones de pesos, según la marca y las utilidades que ofrece la herramienta, un precio en muchas ocasiones inalcanzable para los pequeños agricultores. Sin embargo, un mototractor puede tener un costo en el mercado desde los 7 millones de pesos, que incluye no solo la entrega de la herramienta, sino también un servicio integral y personalizado al agricultor, entendiendo cada una de sus necesidades.

    “Si tuviéramos solo el 1 % de las más de 15.000 motocicletas que hoy se están perdiendo en todo el país, con esta propuesta se podrían fortalecer las zonas veredales del territorio nacional, además de promover el ingenio colombiano”, destaca el estudiante Perdigón.

    Hasta el momento, tras haber ganado en el reconocido concurso, los estudiantes también han recibido capacitaciones y asesorías en temas relacionados, como por ejemplo sobre cómo hacer una presentación, un peach, y cómo crear una fundación, entre otros. Sin embargo, según narra el estudiante, el mayor de los logros fue el haber podido visibilizar su propuesta, que nace desde la academia para el campo.

    “Después de aparecer en la televisión nacional nos han llamado desde muchos lugares a felicitarnos, pero también pidiendo la máquina. Actualmente necesitamos producirla en masa, pero aún no tenemos esa capacidad de producir todo lo que la gente nos pide”, relata Cristhian con satisfacción.

    Entre los planes a un futuro cercano de estos Titanes con sello UNAL está el deseo de obtener una beca para continuar con sus estudios de posgrado, que les permita adquirir mayores conocimientos y desarrollo científico para fortalecer el desempeño agroindustrial del país.