El proyecto, realizado con el apoyo de Colciencias, en alianza con el programa de tránsito y transporte, es actualmente utilizado en el terminal de Chía para medir los tiempos del recorrido de los buses que ingresan y salen del municipio.
Hay instalados 2 sistemas de control y son monitoreados 31 buses continuamente. La Secretaría de Transporte del municipio ya tiene a su disposición la información, en una plataforma diseñada por el grupo investigador, donde se pueden consultar, entre otros, el número de buses, el control de los equipos instalados y la posición geográfica.
Jorge Romero, integrante del equipo, explica que en Colombia hay sistemas similares, pero ninguno se comporta como el propuesto por ellos.
La iniciativa comenzó con una convocatoria de Colciencias que buscaba modelos de innovación para sistemas inteligentes de transporte. El Grupo de Investigación de Compatibilidad Electromagnética de la U.N. ganó la convocatoria y desde febrero de 2014 empezó a diseñar el plan, cuya primera fase se desarrolló en el campus de la U.N.
Gracias a una campaña que buscaba el apoyo de la comunidad universitaria para desarrollar el plan piloto, se logró la participación de 700 voluntarios que empleaban el vehículo particular como medio de transporte.
A cada carro se le instaló una etiqueta, la cual era leída cada vez que pasaba por los seis puestos de control, ubicados a cada lado de los accesos vehiculares. Esta etapa duró un mes y medio.
Gracias a los resultados, la tecnología fue verificada y se pudo identificar el mejor tipo de etiqueta y potenciar el lector y los dispositivos.
Se dedujo la cantidad de personas que ingresan a la Universidad, se realizaron matrices origen-destino y se midió la ocupación de los parqueaderos dentro del campus.
La tecnología, como explica Edwin Pivieda, otro integrante del grupo, se desarrolla en tres partes: una antena, un lector y un software. Las etiquetas usadas en los carros tienen un circuito integrado y un chip que, al pasar por el lector, se activa y envía de regreso un número que pasa a través de la antena. La onda llega al lector y este sube la información a la plataforma, por la que ya se está pagando un dominio en internet.
El software, que se encarga de aglutinar los datos y hacerlos públicos, es innovador, según explica Romero, quien destaca el tratamiento y la minería de datos en el proceso de integración entre este y la parte física (hardware).
Las antenas fueron construidas en el laboratorio de compatibilidad electromagnética de la U.N. cuyas coberturas fueron elaboradas con impresora 3D. "Todo el proceso es interno, pues no fue solo el cálculo y el diseño experimental de la antena, sino que se realizó toda una producción en línea", agregó Romero.
Para agosto se espera la instalación de 150 etiquetas más en los buses del municipio de Chía.
Sin embargo, tiene que haber un empoderamiento de la tecnología, ya que hay prevención por parte de los trasportadores, quienes piensan que está pensada para el control estricto de sus actividades.
"Con los datos obtenidos se pudo saber, por ejemplo, que a las 4 a.m. entran más vehículos que en el resto del día o que el recorrido desde que el bus sale y vuelve a ingresar al terminar de transportes es de 1 hora y 20 minutos", explica Romero.
Actualmente el grupo está implementando el sistema para la flota de buses de la Universidad Nacional, que cubre la ruta circular por el anillo vial hasta el campus Santa Rosa, con el fin de estimar los tiempos de arribo a cada paradero para que los usuarios del mismo puedan conocer y organizar sus tiempos, antes de hacer uso del sistema.