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Desarrollo Rural

El conocimiento vale: buscando mejores contratos para agrónomos y zootecnistas

    La agronomía y la zootecnia son disciplinas hermanas, la primera más enfocada en la agricultura y la segunda en el manejo de animales, pero con mucho en común, como por ejemplo en la contratación y prestación de servicios de profesionales, situación que ha resultado problemática a lo largo de los años. Esta dificultad se reduciría con una mejor planeación y negociación de los proyectos.

    Según la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), la ganadería nacional genera cerca de 810.000 empleos directos, lo cual representa cerca del 6 % de los trabajos del país; por otro lado, en 2021 el sector agrícola tuvo una tasa de crecimiento del 2,6 % y su valor superó los 87,4 billones de pesos, ubicándose en el sexto sector económico que más aportó a la riqueza del país o PIB.

    Para ofrecer mejores estrategias sobre la contratación y el pago justo y planificado del trabajo de los profesionales de estas áreas, los hermanos José Miguel y Alejandro Cotes Torres, profesores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) de las Facultades de Ciencias Agrarias (Sede Medellín) y de Medicina Veterinaria y de Zootecnia (Sede Bogotá), pasaron más de 10 años escribiendo el libro Fundamentos de contratación para la gestión de proyectos agroempresariales, una de las novedades editoriales presentada por la Institución en la Feria Internacional del Libro de Bogotá  (FILBo) 2023.

    Según el académico José Miguel, “cuando los egresados salen a ofrecer sus servicios no tienen una estructura clara para mostrarles a los agricultores y ganaderos, y lo que se hacen es vender una asesoría que se cobra según el propósito de quien los contrate, aunque la complejidad del trabajo va más allá, por lo que los profesionales deben saber administrar y encargarse de todo para luego dar réditos. Este problema, que es muy actual, necesita de una planeación más ordenada que permita negociar lo que realmente se hace”.

    Esta problemática no ha sido abordada, por lo que en los contratos y en la ayuda a los profesionales existe un vacío que no les permite llevarlos a cabo de manera eficiente y rentable. Por eso el libro ofrece tres tipos de contrato que les ayudarían a tener más claridad y disminuir el inconveniente y la posible confusión.

    El primero es el “precio global fijo”, en el cual se negocia lo que el contratante quiere hacer y el precio se define a priori y no cambia, por lo que entre las dos partes asumen el riesgo asociado, lo que quiere decir que si el proyecto termina valiendo más gana el propietario, pero si cuesta menos gana el profesional.

    “El segundo se llama ‘contrato de administración delegada’ y es tal vez el más interesante, ya que se parte de la premisa de que el propietario de una finca tiene el capital y el terreno mientras el profesional tiene el conocimiento; así, la administración del proyecto se delega al zootecnista o agrónomo, y este cobra un porcentaje sobre el dinero que se le asigna para que lo administre, y así no se cobra solo una asesoría”, explica el profesor José Miguel.

    Este modelo resulta muy útil, ya que en la planeación de un proyecto agrícola o ganadero existen variables que entran en juego y determinan el precio de su ejecución, como por ejemplo el análisis de suelos, los empaques, el transporte del producto y los trabajadores necesarios, entre otros factores.

    El tercero es el “contrato de precios unitarios”, en el cual los precios no son estáticos sino que dependen del mercado y de la dinámica misma del sector; en otras palabras, si hoy un cultivo de papa se cotiza en cierto lugar a un precio específico, pero en 6 meses cambia, el valor del proyecto debe cambiar.

    “En el libro se encuentran dos ejemplos puntuales muy importantes en el país que ayudarán a que los profesionales aprendan sobre la contratación; el primero es sobre la agronomía y tiene que ver con la producción de papa, y el segundo sobre la zootecnia, y hace referencia a la ganadería lechera. Estos sectores tienen retos cruciales a la hora de contratar, por lo que son muy dicientes”, aseguran los profesores de la UNAL.

    Otra herramienta expuesta en la publicación es el “ajuste del tipo de contrato”, que se da según con quien se esté negociando, por lo que hay dos opciones claras: la más tradicional es aquella en la que todo se describe en un contrato impreso, y la otra utiliza Excel para que la contratación se más abreviada.

    “El libro es un homenaje a nuestros padres que nos han apoyado tanto en un esfuerzo que no es fácil, ya que escribir un libro tiene una serie de problemáticas y soluciones que resulta muy importante definir de la mejor manera, y se escribe para que los profesionales estén seguros de lo que vale su trabajo y su dedicación”, destacó el profesor Alejandro.