Sumapaz, un desafío para la planificación territorial
Sumapaz es considerada como la única localidad totalmente rural de Bogotá. Allí se encuentran parte del Parque Nacional Natural Sumapaz y 12 áreas de reserva forestal del Distrito. Por sus condiciones geográficas y climáticas su población es reducida, según el DANE es de alrededor de 3.100 habitantes.
“Estas condiciones han hecho que, desde la planificación, el gobierno de la ciudad haya invisibilizado este territorio. Sin embargo, su población también forma parte de Bogotá y se deben garantizar sus derechos y accesos a los servicios urbanos, al igual que el resto de los habitantes de la capital”, afirma la administradora pública Evelyn Donoso Herrera, candidata a magíster en Gobierno Urbano de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
En su trabajo de investigación “La planificación territorial de Bogotá, una ciudad con piezas rurales: el caso de la Localidad 20, una mirada desde el Sistema de Movilidad”, la estudiante centró su interés en analizar la idoneidad de los instrumentos de planificación territorial, especialmente aquellos relacionados con la planificación del Sistema de Movilidad de Bogotá, para la intervención de Sumapaz.
Ella explica que “uno de los principales propósitos fue demostrar que dichos instrumentos han abordado este territorio desde un enfoque eminentemente productivo y han desconocido otros factores que deberían incidir en los procesos de planificación, como el acceso a bienes y servicios básicos de su población. Lo anterior teniendo en cuenta que de esto depende en gran medida el bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de dicha población”.
Para el profesor Diego Isaías Peña, del Instituto de Estudios Urbanos (IEU), director del trabajo de maestría, “la única manera para que los sumapaceños suplan sus necesidades in situ es garantizando que tengan un sistema de movilidad rápido y eficiente que los conecte con el área urbana, así podrían acceder a esos servicios sin tener que ubicarlos en el territorio.
Al respecto, la estudiante Donoso indica que “hoy las personas que viven en las veredas más alejadas utilizan cuatro horas de camino para acceder a la zona urbana, y a las más cercanas les toma dos horas”.
“Como los medios para transportarse más utilizados son caminar y montar a caballo, estos resultan inviables para recorridos tan extensos. Por ello la comunidad gestionó una línea de bus con la empresa privada Cootransfusa, la cual presta el servicio una o dos veces por semana. Los costos son muy elevados porque para llegar a la parte urbana de Bogotá deben disponer de 100.000 pesos, el precio del pasaje es de 40.000 pesos por trayecto, más los gastos adicionales”.
“En el marco del proceso de planificación y ordenamiento se debe establecer un sistema de transporte que se adecue a esas condiciones de la localidad, que no afecte el ecosistema y que sea concertado con la población. Mientras el POT reconoce la ruralidad el plan maestro de movilidad habla de un sistema integrado de transporte para el perímetro urbano”.
La investigadora manifiesta además que aunque existe la idea de que el habitante de Sumapaz requiere unos servicios y para ello debe tener acceso a estos en el área urbana de Bogotá, esto también debe ser en el sentido contrario, es decir que los pobladores del centro urbano puedan acceder a la localidad 20.
“Lo importante es entender la ruralidad de otra manera, pues aunque en el POT vigente se hace énfasis en el acceso a alimentos y elementos básicos, es fundamental tener en cuenta el componente social y las apreciaciones de los habitantes. Se debe pensar un modelo de movilidad eficiente no solo en términos económicos sino también culturales y de accesibilidad.
Los resultados del trabajo de la investigadora Donoso se presentaron en el programa Observatorio de Gobierno Urbano, de Radio UNAL (98.5 FM). Aquí puede escucharlo completo.