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Salud

Luz para quienes esperan trasplante de córnea

  • El costo de un trasplante de córnea bordea los 4 millones y medio de pesos. En Colombia actualmente hay cerca de 700 pacientes en espera de esta membrana. - Tomado de Imageshack

El genipín, extracto empleado en la medicina tradicional china para aliviar los síntomas de la diabetes tipo 2, también es útil para corregir problemas de la visión. Oftalmólogos descubrieron que sirve para devolverle la firmeza a la córnea.

Sucedió durante el recorrido habitual en la buseta, cuando Doña María Claudia observó de lado a su hijo y se percató de que algo no estaba bien en el rostro del niño de 10 años. "Ella veía que yo tenía los ojos como puntudos", recuerda ahora Philip a sus 24 años.

Al recurrir al oftalmólogo, el diagnóstico fue fulminante: el niño tenía una enfermedad avanzada en su ojo derecho conocida como queratocono. Su córnea ya no servía, por lo tanto era urgente encontrar una nueva para trasplantarla.

La historia ocurrió en 1994, y se complicó ante una larga lista de casi 200 pacientes, que como Philip estaban a la espera de que alguien les donara esta membrana. El tiempo pasó sin novedad alguna y diez años después tuvo que repetir el calvario, cuando la córnea de su ojo izquierdo empezó a fallar y a requerir también de un trasplante.

La córnea es una estructura transparente similar a un lente de contacto blando. Dentro del ojo permite el paso de la luz, posibilita el 65% del poder de enfoque de este órgano y actúa como escudo protector del iris y el cristalino.

Philip hace parte de los más de 11 mil colombianos que sufren de queratocono en el país (una de cada 4.000 personas lo padece). Esta enfermedad ocurre cuando la córnea pierde su firmeza y su grosor "que usualmente es de 520 micras" y en vez de tener su rigidez normal empieza a recogerse y a formar una especie de cono en el ojo, reduciendo su espesor a 420 micras.

No en todos los casos los pacientes llegan a perder esta membrana y a requerir un trasplante, como le ocurrió a Philip. De hecho, actualmente existen varias modalidades de tratamiento como el implante de anillos intraestromales, unos aros que van dentro de la córnea para evitar que se deforme. Sin embargo, esta opción tiene sus pormenores, pues el anillo puede ser destruido por el propio organismo, o se puede infectar.

Recientemente surgió otra opción: el entrecruzamiento molecular, conocido como Crosslinking, una reacción química que produce nuevos enlaces entre las fibras de un tejido e incrementan su resistencia.

Justamente, este método es el que implementa un grupo de investigadores en oftalmología de la Universidad Nacional de Colombia, pero, en vez de adherir riboflavina (una medicina) a la córnea aplicando luz ultravioleta "altamente cuestionada", utilizan un compuesto natural conocido tradicionalmente como genipín.

A partir de este compuesto se consigue que la córnea sea más rígida y que haya avances significativos en la regularización de la forma de la córnea. Entretanto, mejora la agudeza visual en un gran porcentaje de pacientes.
"A pesar de los alentadores resultados obtenidos con esta modalidad de tratamiento, la luz UV puede lesionar el endotelio y el epitelio corneal, y en casos más graves, compromete el cristalino y otros tejidos intraoculares", explicó Marcel Ávila, oftalmólogo cirujano de córnea y catarata, y autor del proyecto.

Qué hicieron

El extracto de genipín proviene de la fruta china Gardenia jasminoide. Ha sido reconocido y patentado como un biocompuesto útil en el tratamiento de diabetes tipo 2. De hecho, en oftalmología se estudia como una herramienta para prevenir que luego de una cirugía de catarata se opaque la cápsula del cristalino, lente que permite enfocar las imágenes en el ojo.

Este es el primer estudio publicado en el mundo en el que se miden los efectos del genipín sobre la rehabilitación del colágeno, principal componente de la córnea. La resistencia de esta proteína depende de la creación de zonas de unión entre sus moléculas y de la distribución pareja que estas tengan en la córnea. Una persona que sufre queratocono disminuye la densidad de esas uniones a tal punto que se reduce en un 50% su calidad visual, en comparación con una córnea sana.

La manera de establecer qué tanta resistencia gana el tejido es precisamente a través de pruebas de fuerza, como las que ejecutaron los científicos de la UN.

La experimentación se llevó a cabo en 25 córneas limpias de porcinos, todas tenían entre 8 y 10 horas post mórtem. Los especialistas cortaron con un escalpelo (bisturí quirúrgico) dos tiras de la córnea de cada ojo de animal. Un pedazo de esta membrana fue preservado como control, y otro fue tratado con genipín, aplicado tópicamente al 0,10%, 0,25% y al 1%, en solución salina balanceada, por 40 minutos.

Hallazgos biomecánicos

Luego del tratamiento, los investigadores calcularon el comportamiento elástico de cada pedazo de córnea estirándolo con fuerza constante hasta llegar al punto de ruptura. Este procedimiento fue realizado a partir del módulo de Young, que mide la facilidad o dificultad para estirar un material determinado. Las medidas mostraron un incremento en la firmeza de las córneas tratadas, dependiendo de la concentración de genipín.

Mientras una córnea control (no tratada) alcanza un estiramiento de 8% con 100 kilopascales (KPa) (el Pascal es la unidad de presión del sistema internacional de unidades), para obtener el mismo estiramiento en una córnea tratada con genipín al 0,1% se debe aplicar el doble de fuerza, es decir, 200 KPa, lo que demuestra que se hace más fuerte con el genipín.

Sucesivamente, si se quiere alcanzar ese mismo estiramiento de 8% en una córnea tratada con genipín al 0,25%, la fuerza debe aumentar a 300 KPa, y si es tratada al 1%, la fuerza necesaria para lograr un estiramiento de 8% es de 400 KPa. Así, incrementó la densidad de las fibras de las córneas y la merma de los espacios entre fibra y fibra se hizo evidente.

El estudio también permitió medir los efectos sobre la resistencia de estas membranas a la colagenasa bacteriana, un residuo dejado por microorganismos que en pocas horas destruyen el tejido corneal.

Usualmente, cuando ocurre una infección, la colagenasa logra degradar el 50% del área corneal transcurridas 20 horas. En córneas tratadas con genipín, la destrucción total ocurre luego de 220 horas. El doctor Ávila considera esto un gran avance porque "les da chance de aplicar tratamiento y detener la desintegración de la córnea cuando se infecta".

"El uso del genipín ya se patentó para diabetes, entonces es un compuesto que funciona para el ser humano sin ser tóxico. En el campo de la investigación científica resulta de gran importancia, pues significa que tenemos un amplio camino recorrido como es la comprobación en humanos. Ahora intentamos la rehabilitación de las córneas más enfermas para evitar que los pacientes lleguen a un trasplante", concluyó el investigador.