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Artes y Culturas

Escuchar los sonidos de la Tierra que no oímos: proyecto artístico de la UNAL que llegará a Francia

    Más de 1.000 especies de peces emiten sonidos que en condiciones naturales son inaudibles para los humanos, pero a través de micrófonos y tecnología es posible captar sus frecuencias. Este es el punto de partida de un proyecto de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) que llegará a Francia para explorar la sonoridad de la naturaleza y construir un mensaje poético para protegerla.

    La artista Jaidy Astrid Díaz, docente de la Escuela de Artes Plásticas y Visuales y de la Maestría Interdisciplinar de Teatro y Artes Vivas de la UNAL, desarrolla el proyecto Ear.th “La escucha del planeta”, con el que explora los sonidos con un equipo de trabajo interdisciplinar que combina la ciencia y el arte.

    Dentro de este proyecto se planteó el capítulo “Resonantia Terra” como resultado de la unión entre el oído y la Tierra, que visualiza el sonido como materia de creación y explora la dramaturgia sonora y la performatividad desde un ámbito innovador. Esta propuesta fue seleccionada para viajar a Francia y explorar los sonidos naturales de la localidad y comuna La Bastide - Clairence desde una perspectiva artística.

    “Me interesa la idea de cómo los sonidos pueden ayudar a la conservación de las especies y la sostenibilidad del planeta”, comenta la artista, quien junto a Evelyn Biecher, artista franco-chilena, participaron en el programa “Odyssée pour artistes étrangers 2023” y ganaron.

    Los sonidos de la naturaleza

    El ser humano por medio de la audición logra percibir e imaginar a través de las diferentes frecuencias sonoras como la música, la voz y los ruidos. Sin embargo, hay frecuencias inaudibles para el oído humano, es así como la profesora Díaz, por medio de su proyecto inédito en el país, hoy llena de orgullo a la comunidad educativa al lograr vincular el arte y la ciencia en una sola obra.

    La idea de este proyecto surgió en la Ciénaga de Zapatosa, Colombia. La artista Díaz se inspiró en los peces de la región al conocer que las frecuencias de sonido que emiten, aunque imperceptibles para el oído humano, son vitales para mantener la biodiversidad y la sostenibilidad del hábitat. Estos sonidos también se utilizan para la geolocalización, similar a las ballenas.

    “Ha sido interesante escuchar los sonidos de los peces con equipos especializados. A partir de ellos surge la idea de escuchar otros sonidos inaudibles para los humanos, pero con las distintas especies”, cuenta. El libro Habitar como un pájaro, de Vinciane Despret, también fue inspirador para la investigación, puesto que la autora describe cómo la naturaleza, fauna y flora, resurgieron durante la pandemia.

    Algunos peces, como los meros, tienen la capacidad de generar sonidos de baja frecuencia que pueden viajar largas distancias bajo el agua. Por tanto, aunque los peces no “suenen” como los animales terrestres, tienen su propio repertorio acústico único. Para escuchar estas sonoridades se requieren equipos especializados como los hidrófonos, micrófonos diseñados para funcionar bajo el agua, capaces de detectar sus frecuencias.

    Sin embargo captarlos es un reto. Para distribuir los hidrófonos se eligen puntos estratégicos según las especies que se desean registrar, lo que puede incluir áreas donde los peces se reproducen, alimentan o migran, considerando variables ambientales como la profundidad, la temperatura del agua, la salinidad e incluso el comportamiento humano sobre las aguas, ya que pueden influir en la propagación del sonido.

    La duración de las grabaciones también es una variable que hay que considerar dependiendo de la calidad del registro. La tarea de registro puede tomar desde minutos hasta días o incluso semanas, ya que la contaminación acústica del mundo contemporáneo hace de esta escucha aún más esquiva.

    Estos sonidos también pueden ser visibles después de la grabación utilizando programas de computador capaces de interpretar las frecuencias, amplitudes y patrones de los sonidos capturados. Esto permite identificar especies, comportamientos y otros aspectos acústicos relevantes.

    Participación en el programa Odisea en Francia

    El programa de residencias artísticas Odyssée es apoyado por el Ministerio de Cultura francés y coordinado por la Asociación de Centros Culturales de Encuentro (ACCR). Está dirigido a artistas, investigadores y profesionales de la cultura extranjeros no residentes en Francia que deseen desarrollar proyectos en los centros culturales franceses.

    Participaron 620 personas y solo seleccionaron 58 proyectos en el mundo, los ganadores tienen la oportunidad de desarrollar su proyecto en alguno de los centros culturales de encuentro y trabajar con la comunidad en Francia, durante un mes aproximadamente.

    “Es para mí un honor haber sido la única colombiana seleccionada en esta ocasión con el proyecto de investigación y creación ‘Resonantia Terra’”, expresa la docente, quien junto con Evelyn Biecher, actriz, dramaturga y directora teatral de Quai de Scène & Pi-touch Company, teatro posmoderno de Estrasburgo, realizarán este proceso de creación.

    El proyecto se llevará a cabo en Francia, involucrando a la comunidad local, mayoritariamente de adultos mayores, en el Centro Cultural Clarenza, Bastide de L’oralite en la región de Nouvelle-Aquitaine, del 9 al 22 de septiembre de 2024. El resultado final será una experiencia inmersiva interdisciplinar única.

    La presentación será en diferentes idiomas entre el español y el francés, además, los sonidos de la naturaleza serán grabados durante trabajo previo de campo y reproducidos en tiempo real, privilegiando la inmersividad para interactuar con la percepción sonora y corporal de los asistentes.

    Durante el evento las personas podrán disfrutar de una experiencia sensorial a través de composiciones sonoras transformadas digitalmente y una propuesta de teatro expandido, promoviendo la imaginación y los lazos con la naturaleza. La investigadora Díaz aseguró que “más que generar conciencia es generar lazos de empatía con los demás seres vivos”. La duración de la obra será de 45 minutos aproximadamente.

    Este logro para la UNAL abre nuevas fronteras para la Facultad de Artes, fomentando la participación de estudiantes en futuros proyectos y generando redes de conocimiento y convenios internacionales. “Si escuchamos a profundidad, cambiamos un sistema de pensamiento y aprendemos a hacer silencio”, concluye.

    El proyecto Ear.thestáadscrito a la Escuela de Artes Plásticas y Visuales, la Vicedecanatura de Investigación y Extensión de la Facultad de Artes de la UNAL y al Grupo de Investigación – Creación Pensar Sonido.