Compuestos de uvas y arándano rojo, aliados en la prevención de la caries
La caries dental, una de las enfermedades crónicas más comunes en el mundo, afecta a personas de todas las edades, especialmente a niños. Foto: Archivo Unimedios
La caries afecta sobre todo a niños y jóvenes. Foto: THIBAUT DURAND / Hans Lucas / Hans Lucas via AFP
Cuando las bacterias que causan las caries entran en contacto con las azúcares y los almidones de los alimentos y las bebidas, forman un ácido que deteriora el esmalte del diente. Foto: THIBAUT DURAND / Hans Lucas / Hans Lucas via AFP
Los arandanos rojos y las uvas moradas contienen un compuesto con potencial antimicrobiano, que inhibe la adhesión bacteriana de la caries. Foto: MARCO BERTORELLO / AFP
La caries produce dolor al masticar o beber líquidos calientes o fríos, sensibilidad y manchas oscuras en los dientes. Foto: ALICE S. / BSIP / BSIP via AFP
La caries es una enfermedad crónica que afecta a pacientes de todas las edades y es causada por dinámicas metabólicas que ocurren en la biopelícula que recubre el diente. La falta de higiene, en cualquier momento de la vida, favorece que bacterias como Streptococcus mutans, alteren el equilibrio natural que existe en los dientes.
Jeisson Castellanos Ortiz, odontólogo de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), señala que, “S. mutans, habitante del microbiota oral, se constituye en la primera causa de la caries”.
Al procesar o metabolizar carbohidratos como la sacarosa, la glucosa y la fructuosa presentes en los alimentos, esta produce un conjunto de ácidos que circulan por la placa dental (película pegajosa e incolora que se forma en los dientes, la encía y otras superficies orales) hacia el esmalte poroso, separándose y liberando compuestos que disuelven rápidamente el mineral del esmalte, generando calcio y fosfato. Este proceso se conoce como desmineralización.
Precisamente, el trabajo de grado del odontólogo Castellanos abordó los efectos de los flavonoides presentes en las semillas de uva y el arándano rojo sobre la actividad microbiológica del S. mutans, para hallar alternativas naturales para prevenir la caries.
Su estudio consistió en una revisión sistemática de la literatura científica, donde analizó 420 estudios iniciales, de los cuales, tras aplicar rigurosos criterios de selección, se redujo a 22 artículos de alta calidad. Las investigaciones identificadas evaluaban diferentes aspectos relacionados con los extractos de uva y arándano rojo, como su actividad antimicrobiana, la inhibición de la adhesión bacteriana, y el efecto sobre el pH oral.
“Los extractos se obtenían de diversas formas, como uva fresca, vino tinto concentrado, jugo de arándano o directamente de la semilla de uva”, comenta. Además, los cultivos bacterianos se realizaron en condiciones que simulaban la cavidad oral, usando medios específicos como el caldo Muller-Hinton y el agar sangre, para garantizar resultados realistas.
Así mismo, evidenció que, en el caso de la caries dental, el flavonoide que destaca es la proantocianidina, el cual tiene una acción antimicrobiana que impide que la bacteria crezca y se reproduzca, y una acción antiadherente, que evita que la bacteria se adhiera a la estructura del diente. Este resultado abre las puertas al desarrollo de nuevos enfoques para combatir la caries dental, como el diseño de enjuagues bucales naturales o alimentos que contengan concentraciones de estos compuestos.
Aunque la revisión de literatura fue un primer paso, el odontólogo Castellanos tiene claro el camino a seguir, “el siguiente paso es realizar estudios experimentales en laboratorio y pruebas clínicas para validar estos hallazgos en personas”.
La investigación de Jeisson Castellanos Ortiz no solo subraya el potencial de soluciones naturales en la lucha contra enfermedades comunes, sino que también abre nuevas posibilidades para mejorar la salud bucal de manera accesible, especialmente en la población más joven, ya que datos oficiales indican que, en Colombia, el 33 % de los niños entre 1 y 9 años y el 44 % de personas de 5 años o más tuvieron caries dentales no tratadas en dientes de leche y permanentes respectivamente, mientras que un 25 % de las personas de 15 años o más sufrieron enfermedad periodontal grave en 2019.