Desarrollo Rural
Zoocriadero para conservar la zarigüeya en el Valle
Un zoocriadero que consta de diez jaulas para engorde, dos jaulas para reproducción y dos más para gestación fue instalado en el municipio de Jamundí.
Palmira, 30 de septiembre de 2015 — Agencia de Noticias UN-La comunidad afro del corregimiento de Robles, en este municipio vallecaucano, caza la zarigüeya -comúnmente conocida como chucha- para su consumo, pues según sus creencias sirven para aliviar a las personas enfermas y a las mujeres infértiles. Las familias las comen guisadas, asadas, fritas o en arroz atollado durante festividades especiales, como bautizos.
El impacto de su alta demanda ha sido tal que antes se les encontraba en cualquier parte en el corregimiento, y ahora los pobladores salen a más de 3,4 kilómetros a la redonda para cazarlas.
La zarigüeya es un mamífero marsupial, es decir que tiene marsupio (bolsa), para cargar su cría. Este animal vive en el planeta desde hace cerca de 100 millones de años y se distribuye a lo largo del continente americano. Esta prima de los koalas y canguros es una especie omnívora y de actividad nocturna; mide 40 cm desde la nariz hasta el rabo y su cola mide otros 40 cm.
El ciclo de celo de estos animales es de 21 días y como las hembras tienen un útero bifurcado y el macho un pene con esta misma característica, las zarigüeyas pueden quedar doblemente embarazadas.
El Artículo 31 del Decreto 1608 de 1978, expresa que “la caza de subsistencia no requiere permiso pero deberá practicarse en forma tal que no se cause deterioros al recurso”.
Es por esto que surgió la iniciativa de desarrollar un proyecto comunitario con la colaboración del Zoológico de Cali, la Fundación para la Protección, Conservación y Vigilancia de los Recursos Naturales del sur del Valle (Funecorobles), y la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). El objetivo es evaluar las posibilidades de reproducción de la zarigüeya (también conocida como chucha) en criaderos bajo control.
Como segunda fase del proyecto, la Universidad Nacional Sede Palmira firmó un convenio con la CVC para determinar los requerimientos de proteína en esta especie.
Dicha fase está a cargo de la zootecnista Lina Marcela Gómez López, también estudiante de Maestría en Ciencias Agrarias en la línea de investigación “Producción animal tropical” de la U.N. Sede Palmira y joven investigadora de Colciencias, del Grupo Nutrición Animal.
Al respecto, la zootecnista señala que frutas como mango, piña, banano, guayaba, papaya y pasta de pollo hacen parte de la dieta con 18, 24 y 30 % de proteína.
En cautiverio se han logrado pesos en machos adultos de zarigüeyas de hasta de 2.400 gramos a los siete y ocho meses de desarrollo, cuando normalmente los animales en su estado salvaje alcanzan este rendimiento en un año. Al haber dimorfismo sexual, es decir, variaciones en forma y tamaño entre machos y hembras de una misma especie, los rendimientos de peso para las hembras no aplican.
De igual manera se ha aumentado el número de crías, puesto que normalmente en el Valle del Cauca se dan de cuatro a cinco crías por camada, y actualmente, bajo criadero, se han obtenido hasta seis.
La joven investigadora menciona que el proyecto surge con la intención de “crear conciencia entre los habitantes del corregimiento para no cazar indiscriminadamente y propiciar un desequilibrio ecosistémico”, dado que de su consumo depende una serie de animales en la cadena alimenticia.
Las zarigüeyas son hospederos, es decir, albergan enfermedades como rabia, chagas, leptospirosis, leishmaniasis, etc., pero son capaces de regularlas, lo cual impide que se vuelvan una epidemia en otras especies o los seres humanos.
Lo novedoso del proyecto es que aunque en otras zonas del país como Antioquia se están desarrollando planes de conservación, en el Valle y específicamente en Robles, Jamundí, se intenta hacer un plan de concientización y de cría con participación de la comunidad.
(Por: FIN/HAA/MLA/AV)N.° 364