Educación
Vínculo familiar mejora desempeño escolar de los niños
La mayoría de los padres considera que las dificultades en el aprendizaje dependen únicamente de sus hijos, sin tener en cuenta algunos factores familiares que impactan en sus procesos cognitivos.
Bogotá D. C., 12 de febrero de 2021 — Agencia de Noticias UN-La mayoría de los padres considera que las dificultades en el aprendizaje dependen únicamente de sus hijos. Foto: archivo Unimedios.


¡Aprendiendo! es un modelo de intervención psicoeducativa para niños de 6 a 8 años que fortalece las habilidades iniciales para el aprendizaje. Foto: Cortesía Lina Murcia Piñeros.


En el taller se implementaron sesiones didácticas y lúdicas, es decir enfocadas en el juego como estrategia de aprendizaje. Foto: Cortesía Lina Murcia Piñeros.


Así mismo, la atención y concentración en las tareas, y la tolerancia y regulación de la frustración al momento de fallar o no acertar en algunos ejercicios, son algunas de las principales dificultades que se evidencian en los menores.
Estos fueron algunos de los resultados del taller ¡Aprendiendo!, un modelo de intervención psicoeducativa para niños entre los 6 y 8 años que fortalece las habilidades iniciales para el aprendizaje escolar, desarrollado por la psicóloga Lina María Murcia Piñeros, magíster en Psicología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
La investigación evalúa la eficacia de la intervención a partir tanto de las habilidades de los estudiantes como de la percepción de los padres frente al proceso educativo de sus hijos.
“Es muy importante que los niños desarrollen esos procesos cognitivos básicos o dispositivos de aprendizaje, pues son la base para su desarrollo integral en los procesos educativos”, señala la magíster.
En ese sentido, explica que si estos se fortalecen desde los primeros cursos, les será más fácil aprender a leer, escribir, hacer operaciones matemáticas básicas, e incluso resolver problemas de su cotidianidad, pues aunque en el taller se brindaron herramientas para cuatro procesos específicos (atención, motricidad, percepción visoespacial y razonamiento abstracto), también se identificaron otros abordados de manera implícita como el trabajo en equipo, la motivación y la tolerancia a la frustración.
El taller, implementado en el Servicio de Atención Psicológica (SAP) de la UNAL, inició con una entrevista de admisión a los padres y tutores sobre su motivación e interés en participar en la intervención. En paralelo, a los niños se les realizó una evaluación inicial de los procesos cognitivos abordados en el taller, lo cual permitió identificar en cuáles de ellos presentaban dificultades.
Una vez seleccionados los niños se inició la primera sesión con grupos de máximo 12 estudiantes, en la cual se socializó la iniciativa tanto a los padres como a los hijos. Durante el taller se abordaron los temas de la atención como un proceso transversal, la motricidad fina, la percepción visoespacial y el razonamiento abstracto.
“Teníamos sesiones didácticas y lúdicas –enfocadas en el juego como estrategia de aprendizaje– en las que buscábamos que aprender fuera divertido para los niños, que se sintieran motivados, e intentando que dieran lo mejor de sí a través de una comunicación asertiva”, señala la psicóloga.
Agrega que “lo importante no es lo que decimos, sino cómo lo decimos, pues eso puede impactar positiva o negativamente en el presente y futuro de los niños, y es algo que los padres (y los adultos en general) deben tener en cuenta”.
Asegura además que, a diferencia de otros talleres enfocados en el desarrollo cognitivo de los estudiantes, ¡Aprendiendo! presenta una mezcla entre el desarrollo riguroso de los procesos o actividades, el vínculo, y la empatía con los niños y sus familias.
Barreras familiares y escolares
En la etapa escolar, uno de los principales factores que afecta directamente a los niños en sus procesos de aprendizaje es la falta de motivación por parte de los docentes.
Según diversas investigaciones, se ha identificado que la motivación es un proceso fundamental a la hora de aprender y este implica tener en cuenta el rol activo del estudiante, así sea pequeño, pues la desmotivación puede ocasionar que los niños tengan una percepción negativa de lo que implica la escuela; así mismo, la ausencia de una comunicación asertiva por parte de los profesores o padres de familia cuando cometen un error hace que los infantes se sientan desmotivados, lo que genera implicaciones en su desempeño escolar e incluso en su desarrollo integral como ser humano.
En el ámbito familiar, el estudio evidencia que los padres no suelen tener mucho tiempo disponible para sus hijos, y los pocos momentos con ellos los emplean en el desarrollo de tareas y responsabilidades académicas o del hogar. Esto tiene efectos en la manera de comunicarse, ya que en ocasiones los padres quieren que sus hijos hagan todo tan rápido como ellos, obviando que tienen un proceso de aprendizaje propio que algunas veces no corresponde con las expectativas de los padres.
(Por: fin/SMC/MLA/LOF)N.° 517