Salud
UN, diez años con los niños indígenas del país
Con más de diez mil niños atendidos en una década, la Facultad de Odontología ha llevado bienestar y salud a menores de regiones apartadas como La Guajira y Amazonas.
Bogotá D. C., 26 de septiembre de 2011 — Agencia de Noticias UN-La meta de los profesores Clara Patricia Acuña, directora general del proyecto Ambientes Sociales de Aprendizaje, Javier Acero Luzardo, coordinador del plan UN por Colombia, Víctor Onofre y Héctor Polanco es que los servicios de odontología que presta el equipo a algunas comunidades indígenas de estos departamentos se amplíen a otros aspectos de la salud y a los campos social y económico.
En los diez años de promoción y prevención del proyecto de higiene oral, los estudiantes de pasantías han atendido más diez mil niñas y niños indígenas de centros educativos de las comunidades Wayuú de Uribia y Manaure (La Guajira), Huitoto y Ticuna en Tarapacá y La Chorrera (Amazonas), y Sikuani en Cumaribo, (Vichada), explica el profesor Polanco.
Aunque la atención está dirigida a la población escolar indígena de estos pueblos, en algunas oportunidades también ha sido prestada a personas adultas de estas comunidades, indica el profesor Onofre. El proyecto apoya, además, a comunidades no indígenas en Ciudad Bolívar, Bogotá; Tena, Cundinamarca, y en el municipio de Restrepo, Meta.
En los programas de prevención y atención oral que se planean cada año, participan alrededor de sesenta estudiantes de odontología en modalidad de pasantías, quienes son dirigidos por los docentes citados anteriormente.
“Los muchachos no sólo ponen su trabajo y conocimientos sino que costean sus desplazamientos a los lugares donde hay que hacer las brigadas”, afirma el profesor Luzardo.
Y fue precisamente el estudiante wayuú de odontología Luis Socarrás, líder guajiro asesinado el año pasado, quien en 2001 propuso que la Universidad Nacional prestara asistencia odontológica a su comunidad. La iniciativa fue acogida, extendiéndose posteriormente a Amazonas, Vichada, Meta, Cundinamarca y Bogotá.
Cada brigada de atención inicia con la documentación teórica y de campo sobre las condiciones de vida y necesidades de las comunidades respectivas. Durante 15 días los estudiantes realizan talleres de higiene oral y diagnóstico de niñas y niños para su inmediata atención por los brigadistas.
“El proyecto viene cumpliendo a cabalidad con sus propósitos: atender a los núcleos más vulnerables de la población, llegando a donde el estado no puede llegar y permitir que nuestros estudiantes se fortalezcan conociendo las realidades del país, saliendo así de la burbuja académica”, explica el profesor Acero Luzardo.
“Ha sido muy bueno ejercer voluntariamente lo que hemos aprendido y asomarse al contexto colombiano para darse cuenta que los problemas de salud son graves en muchos de estos sitios”, explica la estudiante Olga Lucía Pérez.
(Por: Fin/AS/lmp/cap)N.° 208