Desarrollo Rural
Sumapaz, cercado por la ganadería
La expansión de la frontera ganadera ha llegado hasta la zona protegida del Parque Nacional Natural Sumapaz y la cantidad de cabezas de ganado por cada hectárea superan en un 400 % lo permitido por la ley.
Bogotá D. C., 30 de noviembre de 2016 — Agencia de Noticias UN-Así lo explicó David Ruiz, estudiante de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), después de estudiar las consecuencias de las producciones ganaderas y bovinas de esta localidad.
Además de estas actividades productivas, en Sumapaz se tienen cultivos de papa, arveja y habas; se realiza silvicultura con siembra de árboles para tala, obtención de frutos y reforestación de fuentes hídricas.
El grupo de investigación de la U.N. observó la expansión de la frontera ganadera en la zona de protección y determinó las áreas de producción y la distribución de tierras.
En total son 154.000 hectáreas protegidas que forman parte del Parque Natural. El 40,5 % de la localidad –que corresponde a 31.054 hectáreas– está destinado a la producción, y el 50,5 % restante a la protección.
“Encontramos en esta situación una problemática, porque al realizar la distribución de tierras, el Gobierno no tuvo en cuenta a los productores que vivían dentro de la zona que ahora está protegida. Los expropiaron y solo permitían actividades de conservación y reforestación”, explica el investigador Ruiz.
Ya que la zona de protección es mayor que la de producción, el aumento de la ganadería generó la degradación de los suelos que ahora presentan alto riesgo a la erosión y baja aireación para las raíces de las plantas.
Debido a la alta acidez que poseen estos suelos la recuperación se da de forma lenta, ya que tienen baja actividad microbiana y poca disponibilidad de nutrientes.
“Esto demanda altos costos a los pobladores porque necesitan gran cantidad de abono y nutrientes para que el suelo recupere parte de sus propiedades”, agregó.
Esta situación también hace que los requerimientos alimenticios del animal no se cumplan y los productores han ampliado la frontera agrícola hasta la zona de protección, ya que allí tienen mejores pastos y forrajes.
Según la Alcaldía Local de Sumapaz, se debe tener 0,5 de animal por hectárea, es decir un animal por cada dos hectáreas. Sin embargo, según el área delimitada para la ganadería y un documento de la Asociación Campesina de Sumapaz, se constata que actualmente en la localidad hay 12.847 cabezas de ganado repartidas en tres corregimientos: San Juan, Nazareth y Betania.
San Juan es el corregimiento más grande, con 14 veredas, Nazareth con nueve y Betania con seis.
Al hacer el cálculo de las hectáreas que tenía cada corregimiento a su favor, y la distribución de las cabezas de ganado, se encontró que la capacidad que actualmente se está dando en la región supera lo que sugieren las normas de la Alcaldía, aumentando la fragilidad de los suelos. En Betania algunos pobladores tienen hasta tres animales por hectárea.
“La expansión seguirá trayendo consecuencias negativas, por eso es necesario que las personas sean capacitadas y tecnificadas para que empiecen a implementar sistemas de rotación de pastos”, anotó el estudiante.
La solución más viable es adelantar actividades de pastoreo rotacional en las que los animales se muevan entre diferentes potreros para utilizar la pastura de manera más eficiente.
Gracias a esto los terrenos contarán con el tiempo necesario (entre 45 a 60 días) para recuperarse luego de un periodo de producción ganadera.
(Por: fin/VC/dmh/LOF)N.° 900