Economía & Organizaciones
Sistema de pensiones: panorama desalentador
Solo el 32% de los trabajadores cotiza a pensión, lo que muestra que el país tendrá, en un futuro, un amplio porcentaje de población vieja y pobre.
Bogotá D. C., 03 de agosto de 2010 — Agencia de Noticias UN-Desde el 2004 las reservas pensionales se agotaron y las diferencias se están cubriendo con el presupuesto nacional y las cotizaciones actuales.
Otro de los datos alarmantes es que el 70% de las personas que cotizan, por el bajo valor de su aporte, recibirían, al pensionarse, solo entre 1 y 2 salarios mínimos. Ya hoy, la situación es difícil, pues solo el 18% de los mayores de 60 años, goza de una pensión.
Es importante aclarar que el sistema de pensiones colombiano está dividido en dos componentes, el de prima media (público) y el de ahorro individual. Uno de los problemas que tuvo la modalidad pública, antes de la reforma de la Ley 100, fue que no se aumentaron las cotizaciones en los años anteriores, lo que fue generando un agotamiento de los recursos.
De acuerdo con el profesor Oscar Rodríguez, profesor del Centro de Investigaciones para el Desarrollo, CID, de la UN en Colombia, el componente público enfrenta dificultades, porque las reservas se agotaron. El problema del privado es que es un sistema de alto riesgo, “se conoce cuánto se aporta, pero se desconoce el nivel pensional que se tendrá, una vez se cumpla con los requisitos de edad y el número de semanas cotizadas”.
Consecuencia de la situación laboral
Con las reformas, el problema del sistema continuó, e incluso se acentuó, porque vinieron los cambios en la composición del empleo. El país tiene cerca de un 60% de trabajadores en la informalidad, y un número considerable de personas contratadas por Orden de Servicio (ODS), lo que implica que ellas mismas asumen el pago de su seguridad social.
El sistema pensional, de acuerdo con el profesor Gilberto Barón de la Universidad Javeriana, tiene unas condiciones en que el número de cotizantes disminuye, por causa de la informalidad. Mientras en 1999 eran de 1,4 como porcentaje del Producto Interno Bruto, PIB; en el 2005 eran de 0,96% y en el 2007 de 0,89%, con una reducción progresiva.
Para Astrid Arévalo, docente de la Universidad de Los Andes, esta flexibilización laboral, hace que se pierda el sentido de la responsabilidad compartida, en que jefes y empleados, en conjunto, asumen el pago de pensión y salud. “Este grupo de gente no tiene trabajo siempre. Además, hay algunos periodos en que reciben buenos ingresos, pero otros, en que estos son muy bajos. Por tanto, pueden no lograr el tiempo para pensionarse o, si lo logran, quizás sea con una pensión muy baja”, explicó.
Y aunque si una persona no alcanza a pensionarse, puede que se le otorgue algún tipo de ingreso, éste sería muy por debajo del salario mínimo, por lo que no se le garantizaría una supervivencia digna.
Cálculos citados por Barón, muestran que si una persona cotiza 35 años continuos, sobre un salario mínimo, tendría un ahorro equivalente a 168 salarios mínimos. Teniendo en cuenta que para obtener una pensión debería contarse con un ahorro mínimo de 214 salarios mínimos, el panorama no es alentador, pues no se alcanzaría a lograr el derecho a pensionarse sobre el monto proyectado. Si hay continuidad, tal vez, se podría lograr una pensión por debajo del mínimo.
Detalles del sistema actual
Barón sostiene que la generación actual está haciendo un doble esfuerzo, porque está ayudando a pagar las pensiones de personas que antes no cotizaron y está construyendo sus propias pensiones. Desde el año 2004 las reservas del sistema público se agotaron y éste se encuentra funcionando a déficit. Las pensiones actuales se están pagando con los aportes de los cotizantes de hoy y las diferencias se están cubriendo con el presupuesto general.
De acuerdo con el profesor Rodríguez de la UN, el gasto público se ha impactado de tal forma, que para el 2010 está contemplado que al pago de pensiones se dedique el 4,5% del PIB, lo que equivale al 17% del presupuesto.
“Si no aumenta el número de empleados formales que coticen al sistema, éste va a seguir siendo deficitario”, dijo Barón, argumentando que la solución de fondo depende de una mejora en el empleo y la contratación. Y es que en el sector público la relación de empleados y pensionados es de 1 a 3, lo que explica que las cotizaciones no sean suficientes.
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