Ciudad & Territorio
Seguridad urbana y rural exige planes integrales
Cada una de las alcaldías de Colombia debe tener un plan que integre el pie de fuerza de la Policía, inteligencia para atacar el crimen organizado de raíz, y seguridad ciudadana que involucre la responsabilidad de varios sectores.
Bogotá D. C., 25 de junio de 2020 — Agencia de Noticias UN-Así lo afirma el profesor Carlos Patiño, director del Instituto de Estudios Urbanos (IEU), de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien considera que estos planes de acción deben ser adecuados, creíbles y ejecutables.
“La pandemia ha generado temas de inseguridad, algo que se sabía que iba a pasar por la situación de desempleo; mientras este persista habrá inestabilidad en las calles”, manifiesta.
Por otra parte, el profesor Alejo Vargas –director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz y del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa de la UNAL– señala que tanto la información objetiva como la percepción ciudadana son aspectos clave a la hora de analizar el comportamiento de la seguridad en las zonas urbanas y rurales del país.
Desde su punto de vista, cuando se producen hechos con alto impacto mediático se crean dos efectos: por un lado es positivo que la ciudadanía conozca la situación en sus áreas cotidianas, pero al mismo tiempo se crea una percepción generalizada de inseguridad cuando podría tratarse solo de hechos aislados.
En ese sentido, afirma que, por ejemplo, el robo de celulares tiene un gran impacto en los ciudadanos y la sensación de que en cualquier momento pueden ser víctimas de un atraco; entre tanto, el robo de bicicletas tiene una lógica de explicación, pues se ha incrementado el uso de este medio de transporte y aún no hay conciencia de todas las medidas de seguridad que se deben tomar.
“Al hablar de seguridad es importante diferenciar dos dimensiones: primero, los hechos objetivos –con indicadores– compartidos por autoridades competentes como organizaciones, agencias del Estado, Policía, Medicina Legal, etc.; segundo, la percepción ciudadana, de la mano de la opinión pública”, explica el profesor Vargas.
Violencia rural, otra cifra alarmante
El profesor Vargas también llamó la atención sobre la creciente cifra de asesinatos contra líderes sociales, defensores de derechos humanos y reincorporados del partido FARC.
Este atentado a los derechos fundamentales y políticos tiene un comportamiento sistemático y es un delito con preponderancia en los sectores rurales y regionales.
Según la Defensoría del Pueblo, durante este año la violencia por parte de grupos armados ilegales ha sido más fuerte, primero, en Cauca, Nariño y Putumayo; segundo en Antioquia y Chocó, y en última medida en Norte de Santander.
Durante los meses que se ha extendido la crisis sanitaria en Colombia han sido asesinados 32 líderes, y 19 desde que inició el aislamiento obligatorio, sumados a la cifra de cerca de 100 líderes asesinados en el último año.
La situación lleva a reflexionar acerca de “en qué medida los colombianos estamos construyendo y consolidando paz o, por el contrario, se está propiciando que ocurra una verdadera masacre de líderes sociales que suelen ser defensores de tierras, erradicación de cultivos de uso ilícito y defensores de DD. HH.”, menciona el profesor Vargas.
“Es otra dimensión de la seguridad que en el ámbito urbano es vista como lejana, pero que sigue siendo un elemento de gran relevancia del que hay que hablar en el país”, advierte.
Misión de la academia
Dentro de estas variables, la academia se constituye en un actor que aunque no forma parte constante de la opinión pública, sí podría tener gran influencia en ella.
“Su aporte más valioso es ayudar a dar una información analizada a la ciudadanía, aunque no siempre ese tipo de análisis académico tiene la oportunidad de difundirse en los medios masivos y termina siendo solo algo que circula en pequeñas redes de conocimiento”, comenta.
Según el trabajo y la experiencia del académico, “existen sectores que pueden caer en la exageración para recibir atención mediática, aunque en general, los grupos pueden contribuir con sus miradas a que circule información adecuada y dar elementos de contraste a las cifras oficiales”.
Otro elemento que resalta el profesor Vargas es la realización de paneles de discusión o foros de debate, entre otros eventos académicos, que contribuyan a mirar desde otra perspectiva los asuntos multicausales y multidimensionales de la seguridad.
(Por: fin/LMCJ/MLA/LOF)N.° 615