Medioambiente
Renovación urbana recuperaría la quebrada Arzobispo
Para mitigar el déficit de espacio público y congregar a los habitantes y visitantes alrededor del agua, se planteó la intervención en ocho zonas de la ciudad.
Bogotá D. C., 20 de marzo de 2018 — Agencia de Noticias UN-Se trata de los puntos correspondientes a la Plazoleta UGI; Puerta Urbana Avenida Caracas; Plaza Central Jorge Eliécer Gaitán; Parque Quiosco; Plaza del Obelisco; Parque y Río; Parque Juegos y Puerta Urbana Avenida NQS. Aunque cada uno de estos lugares satisface una necesidad distinta de la sociedad, se conectan entre sí formando un corredor alrededor de la quebrada.
La propuesta de renovación urbana para crear o rehabilitar espacios públicos fue formulada por el arquitecto Camilo Fernando Narváez, magíster en Diseño Urbanístico de la Universidad Nacional de Colombia (U.N).
La quebrada Arzobispo nace en los Cerros Orientales, dentro de la localidad de Chapinero, y atraviesa la capital a modo de canal abierto a lo largo de la localidad de Teusaquillo; más adelante recibe el nombre de canal El Salitre, y a la altura de la carrera 97 toma el nombre de río Juan Amarillo, para luego desembocar en el río Bogotá.
El deterioro actual es causado por el mal estado del espacio público en sus alrededores, el continuo vertimiento de aguas negras y otros factores que han hecho que la comunidad lo considere solo como un caño en vez de un eje ambiental para la ciudad.
Renaturalizar el agua
Entre las renovaciones se destaca la Plazoleta UGI, ubicada en la avenida Caracas, carrera 14, entre calles 40 y 40A, donde se propone renaturalizar el agua y traerla a nivel del suelo para realzar su presencia, además de implementar un espacio para actividades comerciales organizadas.
En el caso del Parque Quiosco, ubicado en la esquina de la avenida carrera 19 con diagonal 42A, “el objetivo es brindarle a los habitantes de la zona un espacio de agrupación, en el que por medio de estanques y charcos puedan tener contacto con el agua y cruzarla por medio de piedras que hacen las veces de puente natural”, señaló el arquitecto.
En el Parque Juegos, entre la carrera 27 y la Avenida NQS, carrera 30, a lo largo de la calle 49, se aprovecharía el espacio verde en el borde del río para ubicar equipamientos deportivos como canchas mixtas y juegos públicos, al igual que un sendero para peatones y bicicletas. Ello favorecería las relaciones entre la comunidad, que en este momento se ve separada por el cuerpo de agua, y a la vez articularía el espacio público directamente con el sistema de transporte masivo (Transmilenio).
“El proyecto quiere darle un nuevo espacio público a la ciudad, que aunque ya existe se desconoce. De esta manera, su renovación plantea la satisfacción de las necesidades de cultura, recreación, integración y movilidad de los ciudadanos, pero que además tiene como eje la quebrada y su recuperación”, afirmó.
En países como España se han dado estas renovaciones urbanísticas alrededor de un afluente; es el caso de Madrid Río, donde existían barreras que dificultaban la comunicación entre las dos riberas y que separaban la ciudad. Esta se transformó en un espacio con enfoque medioambiental para el deporte y la recreación.
Cabe resaltar que en Bogotá hay un déficit de espacio público, pues en la actualidad se cuenta con 16,9 m2 por habitante, que incluye el sistema de parques y zonas verdes; la estructura ecológica principal; las plazas y plazoletas y el sistema vial compuesto por alamedas, vías peatonales, vías vehiculares y ciclorrutas. Sin embargo el espacio público efectivo al que las personas tienen acceso directo es de apenas 6,3 m2 por habitante.
(Por: fin/DKC/MLA/LOF)N.° 299