Desarrollo Rural
Producción de ovejas no prospera por falta de conocimiento
En los últimos 15 años, el inventario de ovinos en Colombia descendió de dos millones de ejemplares a un millón cuatrocientos, mientras que el consumo per cápita de carne de cordero disminuyó de 350 gramos a 270.
Bogotá D. C., 18 de abril de 2017 — Agencia de Noticias UN-Esta actividad económica, que ha disminuido por la proliferación de falsas creencias y la ausencia de procedimientos técnicos, podría ser relanzada con el trabajo mancomunado entre médicos veterinarios y productores locales.
Al respecto, Óscar Fernando Ospina Rivera, doctor en Ciencias de Producción Animal de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), observó la oportunidad de implementar una matriz de gestión del conocimiento en la cual se puedan combinar y valorar al mismo tiempo los saberes tradicionales y los científicos.
Dicha técnica permite que, en conjunto, el investigador y el productor generen nuevos conocimientos con el objetivo de optimizar y potencializar la actividad económica.
Mediante pruebas de control realizadas a lo largo de cuatro años con 66 productores, el doctor Ospina se percató que con este acercamiento, el 100 % de las 22 personas que trabajaron con la matriz planteada incrementó su nivel y uso del conocimiento, generando nuevas ventajas competitivas.
De esta manera, se consolida una alternativa ante la metodología tradicional, en la cual los académicos llegan al campo, revisan las ovejas y dictan una serie de lineamientos a seguir, pero que en la mayoría de los casos –alrededor de un 90 % según la estimación del investigador– no son atendidos al ser percibidos como una imposición que no se preocupa por conocer a fondo las circunstancias locales.
Actualización de técnicas
Según el doctor Ospina, “hemos entendido que el conocimiento que utilizamos para manejar los ovinos debe ser actualizado, ante las creencias falsas que a veces se dan en los sistemas tradicionales. Hay gente, por ejemplo, que no les da sal ni agua a las ovejas por temor a los parásitos, cuando en realidad los animales están perdiendo peso y no se reproducen”.
En ese orden de ideas, considera que los veterinarios “debemos entender que nuestro trabajo no es solo con los animales; también tenemos que involucrar a los productores”.
La matriz resultante de esta investigación ya se ha comenzado a aplicar, de igual manera, en ganadería bovina por parte de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan). Asimismo, el año pasado ya se implementó con 118 ovinocultores.
Cabe resaltar que, además de la U.N., esta investigación contó con la participación de la Universidad de la Salle, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), la Asociación Nacional de Caprinocultores y Ovinocultores de Colombia (ANCO) y el Ministerio de Agricultura.
(Por: fin/JFMM/MLA/MAFB)N.° 598