Ciudad & Territorio
Producción de carbón le cambió la vida al Cesar
Contaminación, desplazamiento de comunidades campesinas y cambios en el uso de la tierra son algunas de las transformaciones identificadas en La Jagua de Ibirico y El Paso, dos de los cinco municipios en los que se explota este mineral.
Bogotá D. C., 02 de agosto de 2018 — Agencia de Noticias UN-En el Cesar, el proyecto minero El Descanso alcanza una extensión de 42.800 hectáreas. Foto: archivo particular.


Antes de los años noventa, Cesar era uno de los departamentos fuertes en producción de algodón. Foto: archivo particular.


El estudiante Juan Camilo Bernal, de la Maestría en Sociología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), estableció en un estudio que la extracción de carbón a cielo abierto en el Cesar, ejecutada por la empresa Drummond Ltd., originó el desplazamiento de comunidades campesinas y propició una redistribución de los espacios geográficos.
Al respecto, explica que a raíz del auge y la implementación de la locomotora minero-energética por parte del Gobierno nacional, las relaciones sociales y el paisaje se transformaron y constituyeron nuevas dinámicas territoriales y ambientales.
El estudio se desarrolló en La Jagua de Ibirico y El Paso, municipios que forman parte del proyecto El Descanso, de la trasnacional carbonífera, que alcanza una extensión de 42.800 hectáreas y que es considerado como el yacimiento más grande de Latinoamérica.
Dentro de los cambios ambientales por la distribución de los espacios, el investigador menciona la contaminación de fuentes hídricas, la erosión de los suelos y el cambio climático, con el aumento de la temperatura y de la humedad. “Vi cómo se había deteriorado la zona; el aire tiene una concentración más alta de polvillo, generando condiciones que dificultan la vida de los pobladores”, expresó.
Señala además que en el Cesar está la ciénaga de Zapatosa, el complejo hídrico más amplio en Latinoamérica al que llegan los desechos mineros, pero después de 25 años de este fenómeno todavía no se ha realizado ningún estudio de su impacto.
En cuanto a las condiciones de vida de los habitantes, el investigador advierte que en la actualidad La Jagua de Ibirico presenta niveles de necesidades básicas insatisfechas del 56 % y una tasa de desempleo por encima de la media nacional, que oscila entre el 10,6 %. Por otro lado, el índice de mortalidad infantil está en el 3,92 %, superior a la media departamental.
El índice de hacinamiento aumentó en los últimos años en un 36 %, debido a que la mayoría de los habitantes vive en función de la mina, y en vez de dedicar su vida a la actividad agropecuaria, han acondicionado sus hogares para alojar a quienes trabajan en esta industria extractiva.
Ni ñame ni algodón
“Sorprende que hasta finales de los años noventa el departamento del Cesar era el principal productor de algodón, yuca y ñame, además de tener una gran participación agropecuaria en el producto interno bruto nacional, pero con la extracción minera se dio una transformación profunda”, afirma el investigador.
A partir de la extracción minera hubo una redistribución del paisaje, los recursos se modificaron y se presentó un acaparamiento de tierras por parte de la compañía Drummond.
Entre tanto, la ciudadanía rural se ha dispersado al punto de romper la familia nuclear y la posibilidad de estar asociados. Las mujeres han salido a trabajar, algunos hombres han caído en el alcoholismo, los niveles de prostitución son muy altos en los dos municipios y el campesinado comunitario se transformó en función de las relaciones de mercado.
“Había escuelas, parques, lugares donde se podía desarrollar la vida, pero estos no eran ocupados por los pobladores sino por personas de la mina, trabajadores que no eran de la región y que venían de zonas externas”, comenta.
Para la investigación, además de consultar varias fuentes bibliográficas y de escuchar, ver y entender las dinámicas de la comunidad de estos dos municipios durante dos meses, el estudiante se basó en la metodología de la economía de mundo desarrollada por el historiador Fernand Braudel y el sociólogo Immanuel Wallerstein.
Su conclusión es que el proceso de reingeniería legal del Estado colombiano durante los últimos 20 años en materia minera y extractivista permitió evidenciar la adecuación de un escenario prolijo para el acceso de capitales de economía-centro.
(Por: Fin/DGH/MLA/LOF)N.° 995