Artes & Culturas
Palma de corozo, sustento de comunidades prehispánicas
La palma de corozo y otros frutos silvestres no registrados eran la base de la extracción de recursos y parte de la actividad económica de las comunidades prehispánicas del valle medio del río Sinú, en Montería.
Bogotá D. C., 03 de noviembre de 2020 — Agencia de Noticias UN-Fauna y flora silvestres serían la base principal de extracción de recursos de las comunidades prehispánicas del río Sinú, en Montería. Foto: Vía Wikipedia.


Se analizaron restos de cerámica que evidenciaron la presencia en el lugar de comunidades anteriores a la etnia zenú. Foto: Cortesía Luisa María Nivia Vargas.


Las comunidades también tenían acceso a una amplia variedad de recursos faunísticos para su consumo, como peces y reptiles como las babillas, iguanas y distintas clases de tortugas, además de aves y mamíferos, por lo que la pesca y la caza complementaban su actividad.
Así lo deduce la investigación de Luisa María Nivia Vargas, magíster en Antropología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien estudió la formación social de una comunidad prehispánica del río Sinú, a través de la producción económica de nueve unidades residenciales.
Según el estudio, no se evidenció que estas comunidades tuvieran mucha afinidad por la agricultura, algo que podría estar relacionado con la mayor disponibilidad de recursos silvestres y la facilidad para obtenerlos.
Para desarrollar la investigación se realizaron excavaciones en cuatro unidades de vivienda, de donde se tomaron muestras para los análisis de fitolitos (pequeños minerales únicos que quedan como residuos de las hojas de las plantas), con lo cual se identificó la existencia de la palma de corozo en la zona.
Gracias a la alta incidencia de palmas encontrada, la investigadora asegura que este era uno de sus principales recursos de extracción, el cual era aprovechado para fabricar herramientas, en construcción, y como alimento.
Viviendas de larga data
También se analizaron diferentes materiales arqueológicos, además de elementos en piedra y cerámica encontrados en el lugar, de los cuales se estudiaron tipos y formas y se aplicó petrografía, una técnica que consiste en cortar la cerámica arqueológica en secciones muy delgadas para identificar los materiales que la componen.
La mayor parte de la cerámica usada era de producción local, con características formales y tecnológicas de tipo granulosa incisa, que es la más abundante y presente en toda la secuencia estratigráfica con fines arqueológicos, es decir, para el análisis de los materiales se acumulan en los sitios.
Según la investigadora, esto indicaría que las viviendas, circulares y con un tamaño cercano a los 10 m de diámetro, se construyeron entre el siglo II a. C. al IX d. C., un periodo anterior a la aparición de la etnia zenú, y que estarían de forma temprana y continua, es decir que la comunidad no fue reemplazada por otra etnia.
“Estas investigaciones son relevantes porque nos permiten conocer mejor a nuestros antepasados y cómo se adaptaron a los paisajes donde hoy nosotros habitamos; podemos aprender de ellos y así generar nuevas posibilidades para la continuación de nuestra especie”, subraya la magíster.
(Por: fin/SMC/MLA/LOF)N.° 167