Salud
Método para interpretar exámenes auditivos
A través del análisis de exámenes audiológicos practicados a 800 pacientes menores de cinco años, investigadores de la UN relacionan patrones y caracterizan ciertas anormalidades auditivas.
Bogotá D. C., 27 de junio de 2012 — Agencia de Noticias UN-Lizeth Páez presentó su tesis de grado en Fonoaudiología: Estudio de relaciones entre resultados de pruebas audiológicas psicoacústicas, electroacústicas y electrofisiológicas en niños de cero a cinco años.


“Esta investigación no se hace con frecuencia en el país y tiene mucho potencial. Hemos encontrado exámenes que tienen gran validez para estimar los umbrales auditivos en los niños, y esto resulta una gran herramienta para la audiología”, afirma Lizeth Páez, fonoaudióloga de la Universidad Nacional.
La investigación surgió de la necesidad de establecer las relaciones entre los diferentes tipos de exámenes auditivos que son realizados en niños menores de cinco años, y la interpretación, más o menos precisa, que se hace de ellos.
Para la especialista, cuando se trabaja con niños de estas edades no es posible contar con respuestas confiables en las pruebas comportamentales, y muchas veces los profesionales malinterpretan o analizan de forma errada lo que observan.
Documentación y análisis
El grupo de investigadores, conformado por Lizeth Eliana Páez y Jaime Méndez, dedicó su trabajo a revisar las historias clínicas de niños que fueron examinados en las IPS durante un periodo de un año.
Con el conocimiento de todos los procedimientos y normas utilizadas en los exámenes, los investigadores revisaron 800 casos con diferentes condiciones auditivas, a los que les fueron practicadas tres tipos de pruebas: psicoacústicas, electroacústicas y electrofisiológicas, para que a partir de allí, surgieran las primeras conclusiones.
Lograron establecer que la mayoría de los niños tenía una audición normal; sin embargo, había casos con pérdidas auditivas relacionadas con el oído medio, que se debían a la exposición a diferentes cambios climáticos y a crisis gripales en edades tempranas en las que apenas se está desarrollando su sistema inmunológico.
En cuanto al oído interno, observaron casos que necesitan una rehabilitación con audífono o con implante, y establecieron que se debe a que este tipo de pérdida es congénita, no adquirida como en el primer tipo.
Esta investigación también sirvió como aporte para nuevos campos que deben ser estudiados en la audiología moderna y estableció nuevos mecanismos para el estudio de anormalidades auditivas.
“En este trabajo también encontramos otro tipo de examen, el de Condiciones acústicas, que permite ver las características celulares del oído externo de los niños, para analizar pérdidas auditivas y neurosensoriales”, concluye Páez.
(Por: Fin/CJCO/clc/sup)N.° 655