Salud
Medicina de la UNAL se acerca a los barrios de Bogotá
La creencia de que la lactosa les hará daño a todas las personas que consumen leche no es real, por el contrario, si se deja de consumir dejamos de sintetizar la enzima que la digiere, que es la lactasa, y ahí sí vamos a generar intolerancia.
Bogotá D. C., 03 de julio de 2019 — Agencia de Noticias UN-Los últimos jueves de cada mes los habitantes del barrio La Esmeralda tienen acceso a talleres dictados por profesores de la UNAL. Fotos: Nicolás Bojacá – Unimedios.


Los temas tratados en las sesiones esperan aportar a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores del barrio.


“Debemos consumir leche descremada, la deslactosada solo cuando de verdad existe intolerancia a la lactosa”.
Estas y otras lecciones son llevadas por profesores y miembros de la comunidad académica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y del Hospital Universitario Nacional (HUN) a los adultos mayores del barrio La Esmeralda, en el marco del proyecto “Facultad de Medicina al Barrio”.
Elegir entre tomar leche deslactosada o descremada era una de las muchas dudas sobre nutrición que tenían los asistentes a estas charlas informativas y que fue aclarada por la profesora Milena Moraes, del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina, encargada de dirigir la tercera sesión del proyecto, titulada “Barriga llena con calidad, corazón más contento”.
La experta compartió con los asistentes la idea de que comer saludable es más fácil de lo que comúnmente se cree: “es algo muy sencillo, es volver a lo natural, a los alimentos no procesados, y dejar de lado el ‘terrorismo nutricional’, porque hoy existe tanta información que la gente desarrolla temor a comer; este exceso termina convirtiéndose en desinformación”, explicó la docente.
La profesora Moraes, magíster en Nutrición Humana y doctora en Ciencias de la Salud de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil), mencionó que es importante que las personas mayores se mantengan abiertas a realizar cambios de hábitos para tener una alimentación saludable.
“Aunque antes se creía que en la edad más avanzada no era eficiente hacer cambios, hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestra que sí lo es”, aseguró la docente, y añadió que “entre las recomendaciones para ellos está consumir proteína, un nutriente muy importante para esta población, y no consumir sal, grasa o azúcar en exceso, lo que le harían bien desde a un niño de un año hasta a un señor de 81”.
Además les explicó a los asistentes al conversatorio que es posible comer rico y al mismo tiempo de manera saludable: “lo que más importa es la rutina y no las excepciones, porque estas no afectan la salud general de los adultos. Una dieta balanceada para esta población, como para todas, debe estar compuesta a base de alimentos naturales, con incluso algunos mínimamente procesados, pero evitando los ultraprocesados”.
La clave para evitar las enfermedades no transmisibles es no exagerar con los alimentos procesados, que se caracterizan por la adición de sal, grasa y azúcar, y alejarse definitivamente de los ultraprocesados, que son aquellos que además de estos componentes tienen aditivos alimentarios como colorantes o aromatizantes.
Estos detalles resultaron muy interesantes para asistentes como Manuel Roberto Mesa y Elsy Judith Robayo de Mesa, una pareja que ha asistido juiciosamente a todas las sesiones que se han impartido.
“Vemos que la UNAL busca al usuario y las necesidades que tenemos en el barrio, ya que el grueso de los habitantes somos personas mayores que necesitamos mucha información, como en el caso de hoy, sobre lo que debemos comer”, comentó el señor Mesa.
Último jueves de cada mes
La cita es el último jueves de cada mes a las siete de la noche en el salón comunal de este barrio, vecino al HUN, una oportunidad para que la comunidad que vive en los alrededores de la institución hospitalaria y de la Universidad tengan acceso al conocimiento, que puede aportar a la construcción de mejores formas de vivir.
Al respecto, el profesor Fernando Galván, vicedecano Académico de la Facultad de Medicina de la UNAL, comentó que “llevamos tres sesiones mensuales, la primera estuvo dedicada al uso seguro de medicamentos; en la segunda abordamos el tema de la memoria y las alteraciones cognitivas en esta población, y en la tercera se habló de aspectos nutricionales que deben tener en cuenta. En la sesión de julio trataremos la actividad física”.
Según él, se trata de una estrategia conocida como “apropiación social del conocimiento” que fue adoptada por iniciativa del Grupo de Atención al Adulto Mayor (Grama), en el que participan docentes de varias facultades de la Universidad, para acercarse a los territorios cercanos al campus.
El modelo tomó como referencia la estrategia “Universidad al barrio”, impulsada por el profesor Santiago Vargas, de la Facultad de Ciencias, mediante la cual se habían llevado actividades relacionadas con la astronomía y las ciencias a los barrios vecinos de la UNAL.
“Vemos que los habitantes del barrio que asisten están muy contentos de tener conferencistas de la calidad de los profesores de la UNAL y ven con buenos ojos que la Universidad se acerque a los barrios vecinos”, comentó el doctor Galván.
(Por: fin/ALP/MLA/LOF)N.° 431