Ciudad & Territorio
Manizales, modelo de gestión del riesgo en el ordenamiento territorial
La capital caldense se destaca en el mundo por su eficiente manera de incorporar la gestión del riesgo en el desarrollo de su territorio, haciendo estudios de amenaza, vulnerabilidad y riesgo, que implican conocimiento técnico y científico.
Bogotá D. C., 20 de abril de 2018 — Agencia de Noticias UN-La capital caldense se destaca en el mundo por su eficiente manera de incorporar la gestión del riesgo en el desarrollo de su territorio.


Los estudios de riesgo de Manizales forman parte determinante y estructurante del ordenamiento territorial de la ciudad.


Manizales, asentada en suelos frágiles de origen volcánico, es un territorio sensible a las lluvias y vulnerable a deslizamientos de tierra. La ciudad ha sido consciente de esta situación y por eso lleva décadas haciéndole frente a los fenómenos naturales.
Según el profesor Ómar Darío Cardona, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, la ciudad es reconocida en el mundo porque adelanta 970 obras de estabilidad para controlar las aguas y prevenir los deslizamientos.
“Los estudios de riesgo de Manizales forman parte determinante y estructurante del ordenamiento territorial de la ciudad; esto es un ejemplo de lo que se ha venido haciendo durante décadas, y todo ello con el apoyo de la Universidad Nacional de Colombia”, afirma el académico.
Una de las estrategias se relaciona con la sobretasa ambiental que se cobra con el impuesto predial. Además los ciudadanos de estratos 3, 4, 5 y 6 pagan un seguro de vivienda (también por medio del impuesto predial) por un valor inferior al de un seguro particular. Se trata de un subsidio cruzado para favorecer a los estratos 1, 2, que no están en capacidad de pagar este impuesto. “Esto no lo tienen ninguna ciudad en América Latina”, destaca el ingeniero Cardona.
El docente destaca la inclusión del concepto de “áreas de desarrollo condicionado”, que reemplazó o que en la Ley 388 de 1997 se definía como “suelos de protección por riesgo alto”. Con esta categorización se puede determinar qué zonas deben ser inhabilitadas para uso de suelo urbanizable sin tener que vetarse hasta realizar los estudios detalladamente.
“A la luz del principio de gradualidad se puede hacer un proceso de desarrollo diferido de tal manera que a lo largo de un POT (12 años) se hagan los estudios detallados y se determine finalmente si es zona de protección o no”, explica.
No obstante aclara que, a pesar de los avances, Manizales no está completamente blindada, por lo que se han presentado problemas como los registrados recientemente en la ladera del Cerro de Oro. “Se necesitan unos 3.000 millones de pesos para completar las obras que faltan allí; esta situación y las fuertes lluvias que se han registrado en esta época del año hizo que el terreno perdiera estabilidad”, menciona.
En este sentido, puntualiza que la ciudad tiene zonas en las que se han conformado asentamientos humanos vulnerables y por esto la lucha destacada de la Administración y la U.N. para reubicar las viviendas.
“Manizales ha sido un ejemplo, pero es la excepción. No se puede decir que lo que ocurre en esta ciudad pasa en todos los 1.122 municipios de Colombia”, finaliza.
(Por: fin/IEU-PMA/dmh/LOF)N.° 466