Educación
Manejo de residuos se enseña desde todas las áreas de estudio
Problemáticas ambientales como el manejo de residuos se pueden mitigar o solucionar a través de una propuesta de transversalidad curricular en los planteles educativos, es decir con la unión de diferentes áreas del conocimiento.
Palmira, 15 de septiembre de 2020 — Agencia de Noticias UN-La transversalidad curricular se puede usar para solucionar problemas de interés general como el mal manejo de residuos. Fotos: Jonathan Mauricio Murillo.


Desde el área de matemáticas se hicieron las mediciones de los contenedores de basura y de las cantidades depositadas.


En la propuesta se manejó el uso de placas de arduinos que enviaban mensaje por Bluetooth cuando se depositaba un residuo.


A esta conclusión llegó Jonathan Mauricio Murillo, magíster en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira.
Con su proyecto, dirigido por el profesor Diego Fernando Mejía, señala que esta propuesta se puede aplicar para fomentar de manera más efectiva otros temas de interés como los buenos hábitos para la salud o la educación sexual.
Según lo explica el académico Murillo, la transversalidad curricular tiene que ver con que todas las áreas de enseñanza se unan para resolver una problemática. Sin embargo, a pesar de que es una estrategia a la que se le debería dar prioridad, existen diversos obstáculos a la hora de implementarla.
En el caso específico de la Institución Educativa Técnica Comercial Litecom, de Jamundí (Valle), elegida para realizar este proyecto, se encontró que los docentes suelen tener confusiones frente al significado de este concepto, y por eso se realizan algunas actividades transversales, pero sin tener consciencia de ello.
Como una de las características principales de esta estrategia es que debe ser contextualizada en la problemática a tratar, la falta de conciencia derivaba en una ausencia de transversalidad curricular para resolver problemas.
Por esta razón, en el estudio se eligió como tema principal el proyecto ambiental de la institución, pues era uno de los que más problemáticas presentaba. A partir de ahí se empezó con un proceso de contextualización para construir después una propuesta que determinara cómo se debía desarrollar esa transversalidad curricular para mitigar el problema.
En primer lugar, se aplicaron cuestionarios a los maestros indagando sobre cuál era el principal problema ambiental que identificaban en la Institución. Así se reconoció por unanimidad el del mal manejo de los residuos sólidos por parte de los estudiantes.
Una vez identificado este factor, se les preguntó cómo podrían ellos, desde su área particular de conocimiento, contribuir a mitigar o solucionar dicho problema. Después de esta recopilación de información, el académico Murillo seleccionó las que consideró más pertinentes para crear un documento-propuesta con actividades y herramientas específicas para el buen manejo de los residuos sólidos.
Cadena de esfuerzos
La propuesta, que se pudo aplicar en grado octavo, es amplia y detallada, pero entre las actividades y herramientas más destacadas resaltan los aportes de las áreas de matemáticas, ciencias naturales y tecnología informática.
En geometría (área de matemáticas) se estipuló la medición del área de los tambores recolectores de basura y la creación de barras estadísticas que indicaran la cantidad de residuos recogidos en el inicio, la mitad y el final del proyecto. Los estudiantes midieron todo durante los cuatro meses de aplicación de la propuesta.
El área de ciencias naturales se encargó de proporcionar la información científica, la cual estuvo enfocada en el reconocimiento físico y químico de los residuos. La idea era que los estudiantes supieran diferenciar lo orgánico de lo inorgánico y la composición química de los plásticos, por ejemplo, a través de los disruptores endocrinos (sustancias químicas que pueden alterar el sistema hormonal y generar disfunción en el organismo humano).
Con tecnología informática se estipuló el uso de arduinos, unas placas electrónicas que pueden ser programadas para controlar algo en específico.
“Estas placas, a través de sensores de movimiento, enviaban un mensaje informativo programado usando el Bluetooth de los celulares cada vez que se dejaba un residuo en las canecas. Todo esto fue controlado por el profesor de esta área con una aplicación que él mismo creó con los estudiantes”, detalló el docente.
Además de esto, se sumaron otras áreas de conocimiento que, con sus aportes, dejaron como resultado revistas, recetarios y objetos reciclados, entre otros productos.
Esta propuesta de transversalidad curricular fue tan exitosa que sobrepasó el grado octavo y la información se difundió por todo el colegio.
“Los chicos le ven sentido a lo que están haciendo, a que eso que ellos están estudiando: resolver algo que está mal”, manifiesta el académico Murillo.
La propuesta se muestra como una estrategia efectiva para la resolución de problemas complejos de interés general, especialmente en la educación de niños y jóvenes, y resalta la importancia de la comunicación entre docentes para la búsqueda de alternativas.
(Por: fin/PAGA/MLA)N.° 953