Medioambiente
Los colibríes y el mito de su alimentación
Luego de varios siglos de estudios, la teoría de que los colibríes se alimentan con un par de tubos huecos ubicados en su pico ha sido desvirtuada por un egresado de Biología de la UN.
Bogotá D. C., 12 de mayo de 2011 — Agencia de Noticias UN-Alejandro Rico, actualmente estudiante de doctorado en la Universidad de Connecticut (EE. UU.), bajo la tutoría de Margaret Rubega, explicó que desde que los científicos examinaron las lenguas de los colibríes, “se concluyó que estas pequeñas aves usaban sus lenguas como diminutos tubos capilares”.
Después de varios años de seguimiento, con el apoyo inicial del profesor Gary Styles, experto en aves del Instituto de Ciencias Naturales de la UN, y luego de la profesora Rubega, mediante cámaras de alta velocidad y usando potentes lentes de fotografía y comederos especiales (transparentes y de lados planos) para visualizar la lengua simulando la cámara de néctar, Rico demostró que la teoría de capilaridad es errónea.
“Hemos descubierto una nueva y fascinante forma de alimentación nunca antes vista. La lengua de los colibríes cambia de forma rápida y precisa (en algunas especies hasta 20 veces por segundo), cuando entra y sale del néctar”, explicó el biólogo. Agregó que cuando la lengua del colibrí está afuera del néctar luce como un par de tubos huecos, similares a los pitillos, y cuando el líquido penetra la lengua se expande, bifurcándose y abriéndose.
“Al salir de nuevo del néctar, la lengua se cierra atrapando el fluido en su interior a medida que va dejando la superficie, y es exprimido al interior del pico y el proceso empieza otra vez, todo esto en fracciones de segundo”, enfatizó el investigador.
Simulación
Cuando el colibrí se está alimentando introduce todo el pico dentro de la flor y únicamente se puede observar la cabeza.
Para el seguimiento de los colibríes trabajaron en algunas elevaciones de las cordilleras central y oriental de los Andes colombianos, filmando 10 especies de colibríes cuando se alimentaban en los comederos modificados. Para ello simularon las flores y detrás unas cámaras transparentes que contenían néctar.
En la investigación también se relacionan nuevos detalles sobre la morfología (forma) de la punta de la lengua de los colibríes (120 especímenes de 20 especies). “También un modelo biofísico conceptual sobre el funcionamiento de este mecanismo sin precedentes en la naturaleza”, enfatizó el biólogo.
Finalmente, aseguró que las implicaciones de este descubrimiento van desde replantear la energética del forrajeo de los colibríes (para entender su ecología y evolución), pasando por extrapolaciones a otras aves nectarívoras con lenguas similares, y hasta aplicaciones de biomímesis para colectar y transportar fluidos. “Todo demuestra que la teoría sobre cómo se alimentan los colibríes estaba equivocada”, concluyó el investigador.
(Por: Fin/evm/feb/vbr)N.° 855