Artes & Culturas
Las ficciones nos preparan para la vida: Volpi
“Todo el tiempo nuestro cerebro está tratando de adelantarse al futuro, es nuestra ganancia evolutiva, estamos programados para hacerlo a través de eso que llamamos imaginación".
Bogotá D. C., 21 de febrero de 2019 — Agencia de Noticias UN-Invitado por la Maestría en Escrituras Creativas, el autor compartió con los asistentes una reflexión sobre la relación del cerebro con la creación literaria. Fotos: Nicolás Bojacá – Unimedios


Así lo asegura el escritor mexicano Jorge Volpi, para quien las ficciones son juegos evolutivos que derivan de la imitación, y por medio de las cuales podemos adquirir información relevante para adaptarnos mejor a escenarios futuros.
“En las ficciones casi siempre hay al menos un personaje, alguien al que le ocurren cosas que no me ocurren a mí; solo al imaginarlas, observarlas o escucharlas, se genera el fenómeno de empatía con el cual soy capaz de experimentar una infinita cantidad de cosas que mi pobre conciencia solitaria no puede”, subrayó durante una conferencia sobre neuroliteratura organizada por la Maestría en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
El autor explicó que por esta ciencia podemos entender la relación entre el cerebro y la creación literaria, actividad imaginativa que nos permite predecir o adelantarnos al futuro: “esto es algo que nos diferencia de los animales, porque aunque lo hacemos bastante mal, lo hacemos mejor que ellos”.
El escritor, ganador en 2018 del premio Alfaguara, considera que un resultado evolutivo que tiene como función intentar predecir qué va a hacer el otro, o las reacciones que se generan en nuestro entorno, como que el fuego quema, “es algo que nos permite sobrevivir más que muchos otros animales”.
Esto lo logramos con la información recopilada a través de los sentidos y que se almacena en forma de patrones cada vez más generales que servirán como parangón cuando nos enfrentamos a nuevas situaciones similares.
“Eso que llamamos imaginación produce constantemente ficciones, esos juegos evolutivos que a su vez transmiten patrones socialmente relevantes hacia los otros, que derivan de la imitación y que, cuando se ponen en marcha, como no se diferencia la realidad de aquellos que provienen directamente de los sentidos, los vivimos como reales”, señala el invitado mexicano.
Eso es lo que ocurre cuando lloramos viendo una película o leyendo un libro, por las situaciones en las que el escritor indica que los patrones socialmente relevantes, modos de actuar y comportase, posibles reacciones y sentimientos que reconocemos y que gracias a la memoria y a la imaginación se vuelven reales en alguna medida.
“Todo esto nos prepara para el futuro. Las ficciones nos preparan para la vida y nos hacen infinitamente más complejos y más humanos”, concluyó el autor mexicano.
Ficciones peligrosas
“Popularmente se dice que ‘a veces la realidad supera a la ficción’, pero en verdad es que se confunde y a veces parece que la ficción supera la realidad. Más bien es que nuestros países tienen realidades terribles”, manifestó el autor, quien actualmente lidera la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, acerca de cómo los contextos colombiano y mexicano parecen muchas veces borrar la barrera entre la realidad y la ficción.
Agregó que también existen ficciones peligrosas creadas muchas veces con trasfondos políticos con graves consecuencias: “el problema de migrantes en la frontera entre México y EE. UU. está creando miles de problemas y es solo una ficción, una mentira de Trump. Es necesario combatir estas ficciones con otras que refuercen la verdad”, aseguró.
Aclaró también que al hablar de ficción no se desconoce la existencia de la verdad en términos sociales y éticos: “hay ficciones que atentan contra eso, que invierten los valores, que nos hacen muchísimo peores. Hay una batalla entre las ficciones y ahí depende donde se ubique cada uno, qué quiere hacer escribiendo ficciones”.
(Por: fin/ALP/MLA/LOF)N.° 891