Medioambiente
Insectos en los ríos cambian su alimentación por las lluvias
Desde los jejenes hasta los camarones del río Gaira de la Sierra Nevada de Santa Marta transforman las relaciones predador-presa para garantizar su alimentación cuando este reduce su caudal.
Bogotá D. C., 28 de agosto de 2018 — Agencia de Noticias UN-César Enrique Tamaris Turizo, doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), analizó la manera como los macroinvertebrados acuáticos (insectos, crustáceos o moluscos) transforman su alimentación por las condiciones climáticas.
Tras estudiar el contenido de 698 intestinos pertenecientes a 48 géneros de estos animales, clasificó el resultado según los alimentos encontrados, así: tejido de restos animales y de plantas vasculares; microalgas; hongos; material proveniente de los bosques ribereños (materia orgánica particulada gruesa), y pequeños nutrientes arrastrados de los suelos por el agua al sobrepasar el borde del río (materia orgánica particulada fina).
El investigador explica que escogió a los invertebrados porque conforman uno de los grupos biológicos más abundantes y diversos de los ríos; ocupan varios niveles en la cadena alimenticia –en especial intermedios y superiores–, y la presencia de algunos de ellos se usa como indicador de la calidad de los ecosistemas acuáticos.
Según la función que cumplen, los macroinvertebrados se pueden agrupar en colectores, trituradores, filtradores, fragmentadores, recolectores y depredadores.
Entre los hallazgos importantes del estudio se encontró que las variaciones en el caudal del río Gaira en temporadas secas y de lluvia generan cambios en las relaciones de alimentación de los macroinvertebrados.
“Dichas relaciones son más fuertes y complejas durante la sequía y son más débiles durante las lluvias, cuando además el número de vínculos entre las especies es menor”, señala.
Agrega que es probable que esto se deba a que durante la sequía se reduce el nivel del agua y del caudal, por lo que los organismos y las fuentes de alimento están más cercanos, mientras que durante los periodos de lluvias se dispersan hacia espacios más alejados, limitando su contacto.
Dichos vínculos se refieren a las relaciones de predador-presa, que cuando son fuertes y complejos significa que hay muchas más presas disponibles.
En cuanto a los cambios en las relaciones de alimentación a lo largo del gradiente altitudinal (parte alta, media y baja del río) no se presentaron variaciones en su estructura. Por el contrario, sí se observó abundancia de los fragmentadores y recolectores en la parte baja del río, pero no de los depredadores.
Además, tanto la materia orgánica particulada fina como la gruesa son los recursos alimentarios más importantes en la parte alta, mientras que los fragmentos de las hojas del bosque ribereño son una importante fuente de energía para los insectos acuáticos en el tramo alto del río.
Estos resultados se lograron por la recolección de organismos entre 2010 y 2013 en tres sitios a lo largo del río Gaira: en la parte alta, el conocido como San Lorenzo, en la media, La Victoria, y en la baja Puerto Mosquito; después estos se llevaron al laboratorio para su clasificación.
(Por: fin/ALP/dmh/LOF)N.° 131