Salud
Encuentran internos con tuberculosis en La Picota
Un estudio que desarrolló la UN en la cárcel La Picota, de Bogotá, encontró a dos internos con tuberculosis, una enfermedad que se contagia por vía aérea.
Bogotá D. C., 28 de agosto de 2012 — Agencia de Noticias UN-“Nos parece alarmante, porque los enfermos pueden ser muchos más, con el agravante de que los internos no tienen fácil acceso a servicios de salud: tienen que estar muy mal para que los lleven al médico”, asegura la profesora Martha Isabel Murcia Aranguren, del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la UN.
Sostiene que encuestaron a alrededor de 3.300 internos y que el hallazgo es importante porque, en las condiciones de hacinamiento en las que están, los enfermos pueden contagiar a los internos que están a su alrededor.
“La tuberculosis es considerada la mayor causa de muerte en las cárceles, debido a que la probabilidad de transmisión de organismos patógenos se incrementa con el hacinamiento; la poca ventilación; el retraso en la evaluación clínica; el acceso disminuido a los elementos mínimos de aseo (como agua y jabón); el no uso de ropa limpia; la insuficiente pericia en el control de infecciones; la prohibición del uso de elementos de seguridad (como condones y jeringas estériles); y el traslado inesperado de los prisioneros, que dificulta el seguimiento de los tratamientos”, afirma el estudio.
El trabajo duró un mes, tiempo durante el cual un equipo de investigadores y de estudiantes de la Facultad de Medicina encuestó a los internos. A quienes manifestaron haber tenido tos por más de dos semanas se les consideró personas sintomáticas y fueron sometidas a exámenes médicos y se les solicitó recoger tres muestras de esputo (la secreción que desgarra la persona cuando tose).
El contagio
La enfermedad se contagia cuando el paciente que tiene tuberculosis tose, expectora o habla.
La profesora señala que el sistema inmunológico de una persona privada de la libertad se debilita porque está en un ambiente bastante pesado y que, por eso, es susceptible de adquirirla.
En Colombia, la tuberculosis es una enfermedad endémica, propia del país, por lo cual se considera que las personas mayores de dieciocho años han estado en contacto con la bacteria en algún momento de su vida.
Pero la investigadora aclara que si bien cualquier persona en contacto con un paciente tuberculoso se infecta, no necesariamente se enferma. No obstante, las defensas se pueden debilitar con enfermedades como el cáncer o el VIH, lo que hace que la bacteria se active.
El estudio se efectuó en 2010 y sus resultados serán publicados en el marco del convenio de cooperación técnica entre el Ministerio de Protección Social, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y la UN.
Los investigadores propusieron formar como gestores de salud a presos de cada patio para que ayuden a detectar a los que tosen frecuentemente, a fin de tomarles muestras y practicarles los exámenes oportunamente.
La profesora indica que quisieran hacer un estudio de seguimiento y examinar a los pacientes en el momento de su llegada: tomarles radiografías de tórax (para saber cómo ingresan a la cárcel), practicarles la prueba de tuberculina (para saber cuáles ya están infectados con tuberculosis) y hacerles seguimiento por unos tres años, que sería lo ideal.
Sin embargo, según dice, hay muchas dificultades, porque en las cárceles no hay equipos de rayos X, y sacar a los presos para llevarlos a hospitales o entrar equipos no es fácil. Por último, resalta la necesidad de contar con espacios para aislar a los enfermos.
(Por: Fin/SSG/clc/fgd)N.° 164