Educación
Edwards hizo posible la maternidad de millones de mujeres
“Gracias al nuevo Nobel de Medicina, las sociedades desarrolladas pueden acceder a este tratamiento que cumple el sueño de muchas mujeres de ser madres, mediante la fecundación in vitro".
Bogotá D. C., 05 de octubre de 2010 — Agencia de Noticias UN–Con estas palabras de reconocimiento a la labor del Premio Nobel de Medicina 2010, Robert Edwards, se refirió Javier Rey Castillo, médico, secretario de la Comisión Española sobre Reproducción Humana Asistida, en diálogo con UN análisis, programa de UN Radio.
El científico británico Roberts Edwards fue designado por el Comité Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo Premio Nobel de Medicina 2010 por sus aportes en la fecundación in vitro. Sus investigaciones hicieron posible el tratamiento contra la infertilidad que afecta a más del 10% de las parejas en el mundo.
Rey Castillo, también asesor del Ministerio de Sanidad de España, explicó que “la innovación supuso la utilización de un método que permite la unión de gametos, es decir, el ovulo y el espermatozoide, en un medio de cultivo en el que, una vez lograda la fecundación, el embrión es trasladado al útero de una madre. Un paso realmente importante para el tratamiento y la solución de los problemas de esterilidad, que cada vez son más frecuentes”.
El médico señaló que a partir de este descubrimiento “se han desarrollado mejoras del método y la propia obtención de embriones por esta vía ha abierto campos en la medicina que estaban inéditos hasta hace muy poco tiempo”.
La fecundación in vitro ha generado críticas de la iglesia católica. Reyes Castillo precisó que “se pone en cuestión que, gracias a este método científico, un médico se pueda atribuir un poder creador, pero la verdad es que la medicina lo que está haciendo permanentemente es corregir a la naturaleza, y, en este sentido, no creo que esta crítica tenga mucho sustento. Asimismo, existen debates de la utilización de los embriones, la naturaleza del propio embrión y lo que se puede hacer con él”.
Así, desde el nacimiento de Louise Joy Brown, el 25 de julio de 1978, la niña que fue resultado de las investigaciones del profesor Edwards, junto con su colega ginecólogo Patrick Steptoe, hoy se le pueden atribuir entre 4 y 5 millones de vidas a este procedimiento.
El doctor Rey Castillo destacó que las personas nacidas mediante este método tienen un desarrollo igual a quienes fueron fecundadas mediante relaciones sexuales: “Las primeras reservas eran en relación con las condiciones, las malformaciones, los efectos que pudiera traer este tipo de fecundación, pero los resultados arrojaron un ser humano normal”.
(Por: Fin/papg/feb/lrc)N.° 837