Medioambiente
Descubren planta que protegería serranía del Pinche
El hallazgo de una especie de Belseria en proximidades del municipio de Argelia, en el departamento del Cauca, ayudaría a aumentar el área de la Reserva Forestal Protectora (RFP) Serranía del Pinche.
Bogotá D. C., 13 de octubre de 2020 — Agencia de Noticias UN-El nombre B. santaclarensis es un homenaje al trabajo de la comunidad para conservar la zona. Fotos: Jhon Sánchez Taborda.


Varias flores (hasta 8) salen exactamente del mismo lugar del tallo y por lo general se ubican en partes donde las hojas ya se han caído.


La nueva especie fue bautizada como B. santaclarensis en homenaje a la comunidad, ya que gracias a su trabajo de conservación el hábitat de esta especie, que era desconocida, se ha preservado.
El hallazgo se hizo como parte del inventario de plantas adelantado por Jhon Sánchez Taborda, con el apoyo de la Fundación Ecohabitats. Para saber si la planta era efectivamente nueva, el investigador Sánchez contactó a la doctora Laura Clavijo, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien ha estudiado la familia Gesneriaceae.
Los investigadores indican que esta nueva planta suele tener entre 1 y 1,5 m de alto, sus hojas alcanzan los 4,9 cm de largo y tiene hasta ocho flores anaranjadas con dos tercios de su punta de color magenta.
La investigadora Clavijo explica que “el principal riesgo de la nueva especie es la pérdida de su hábitat, pues se sabe que el área donde vive de forma exclusiva es de menos de 20 km2 y el bosque de la serranía está en peligro por la expansión agrícola y los cultivos ilícitos. La planta no está en el área protegida, sino en la zona que se quiere adicionar a la Reserva”, subraya.
Uno de los hallazgos de la investigación es que B. santaclarensis se encontró tanto dentro del bosque como en los bordes de este, lo que indica que tiene cierta resiliencia a las modificaciones del ambiente. El trabajo de las comunidades ha sido clave en la conservación de la región.
Allí empezó el trabajo de clasificar ese espécimen y compararlo con los que ya se conocían en Colombia y Ecuador. “En esa labor tardamos dos años, decidimos llamar a otros especialistas para que dieran su opinión y finalmente el hallazgo fue publicado”, dice la profesora Clavijo.
Los investigadores explican que Besleria es uno de los más grandes y menos conocidos géneros entre la familia Gesneriaceae “del nuevo mundo”. Colombia tiene un especial valor, ya que en su territorio se encuentra la mayor diversidad registrada hasta ahora con más de 80 especies, la mayoría en los bosques húmedos del Chocó.
Para definir como se determina el registro de una nueva especie, la profesora Clavijo ilustra con un ejemplo: “digamos que alguien tiene organizado su guardarropa por colores o tipo de prendas; en taxonomía se hace algo similar, pero enfocados en características fáciles de observar, como los tamaños de la flor, los tallos, o los tipos de pelos que cubren sus superficies; esas muestras se llevan a los herbarios, donde hay especímenes que ya han sido descritos y se pueden comparar”.
En el ejemplo del guardarropa, puede que el pantalón sea del mismo color, talla y tipo de tela, pero a lo mejor uno tiene un botón un poco más grande; así puede haber diferencias entre las mismas especies sin que eso signifique que sea nueva; con la taxonomía se puede ver si es una variación de una especie o algo diferente, la clave es observar. Luego viene la aprobación de pares, es decir otro experto que analiza si las consideraciones son correctas y se ha descubierto una nueva especie.
Los acuerdos veredales de la zona lograron que en 2008 se gestara la Reserva Forestal Protectora Serranía del Pinche, ubicada en Argelia (Cauca), más específicamente en la parte sur de la cordillera Occidental colombiana; esta forma parte del corredor Munchique-Pinche y es una de las zonas con mayores niveles de biodiversidad del país y de las más golpeadas por la violencia y el narcotráfico.
“Estos descubrimientos nos ayudan a llamar la atención de las agencias del Gobierno para acompañar la expansión de estas áreas donde las comunidades reconocen la importancia para su biodiversidad”, advierte la doctora Clavijo.
Después de la firma de los acuerdos de paz con las FARC fue posible entrar a la región y retomar el trabajo de ampliar la Reserva; aunque la idea original era adicionar 5.200 hectáreas, el trabajo de las comunidades con fundaciones e instituciones logró que se llegara a 12.000 hectáreas.
“Lo interesante es que una especie que se encuentra con facilidad no se descubra igual. En esa área aún queda mucho por descubrir. Es una oportunidad para tener una idea mejor de lo que hay allí, y del papel que juegan en los ecosistemas”.
(Por: fin/AMV/MLA/LOF)N.° 79