Educación
Cátedra financiera formaría mejores ciudadanos
Al incluir temas como el cálculo de una tasa de interés o los mecanismos de ahorro en asignaturas que ya existen en el currículo escolar –como sociales o matemáticas–, esta cátedra ayudaría a organizar y gestionar los recursos para tomar decisiones económicas acertadas.
Manizales, 28 de agosto de 2020 — Agencia de Noticias UN-“La educación financiera nos permite tomar decisiones que contribuyen a la construcción de nuestro futuro y a educar a las nuevas generaciones de ciudadanos”, explicó John Jairo Salazar Buitrago, magíster en Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, quien propone crear esta cátedra en los colegios públicos del país.
“La educación colombiana carece de postulados reales de análisis en materia financiera; el conocimiento que los niños y jóvenes tienen acerca de temas como canasta familiar, variables de precios de los servicios y conciencia financiera personal, es prácticamente nulo”, sostiene el magíster.
La propuesta educativa se enfoca en el desarrollo de tres competencias básicas: (1) concluir de manera razonada y consciente las acciones pertinentes– desde el punto de vista económico y financiero– para su bienestar personal y el de su comunidad; (2) administrar racional y eficientemente los recursos económicos y financieros que los estudiantes tienen a su disposición para afrontar los cambios del entorno; y (3) plantearse metas económicas y financieras –de corto, mediano y largo plazo– que respondan a las necesidades propias y de la comunidad a la que pertenecen los estudiantes.
Ejes temáticos
La investigación propone desarrollar dos ejes temáticos: Económico y Financiero, desde los cuales se abordarán temas relacionados con conceptos clave de economía, indicadores económicos, desarrollo y políticas económicas, además de conceptos de finanzas, ahorro, inversión, presupuesto, manejo de las deudas y sistema financiero.
Según el magíster, la formación integral de los niños se debe encaminar a forjar profesionales aptos para asumir decisiones inteligentes en momentos claves de la vida.
En este sentido, “la formación en finanzas para los estudiantes se convierte en una herramienta de los hogares frente a la necesidad de acceder a servicios financieros y a la información económica”, agrega.
Este conocimiento permite encontrar más perspectivas a la hora de defender sus derechos como usuarios del sistema financiero, además de estimular el emprendimiento en poblaciones estudiantiles.
La investigación contribuye a garantizar una educación de calidad y de equidad que aporte al cierre de brechas, a la reducción de la desigualdad y al reconocimiento de los derechos económicos y sociales de los individuos y colectivos.
“La educación financiera también ofrece estrategias que les permitan a los estudiantes incorporar el ejercicio ético de derechos y responsabilidades en la toma de decisiones acertadas y en actuaciones que propendan al bienestar personal y colectivo”, puntualiza el investigador.
Docentes capacitados
Para el éxito de la cátedra se debe establecer un programa continuo de capacitación de docentes en los temas financieros y económicos, que les permitan adquirir con profundidad conocimientos y tendencias de éxito aplicadas en el mundo, que se ajusten a los entornos del territorio nacional, aportando así elementos indispensables para una formación integral y práctica, que ayuden a mejorar la calidad de vida de los estudiantes.
Poca educación financiera
En las pruebas PISA 2018, que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los estudiantes colombianos ocuparon el último puesto en la evaluación de competencias financieras, con 379 puntos.
El primer puesto fue para los alumnos de China, con 603 puntos; les siguieron Bélgica, con 541 puntos; Estonia con 529, Australia con 526, Nueva Zelanda con 520, República Checa con 513, Polonia con 510 y Letonia con 501.
En esta oportunidad, el programa PISA, que evaluó a 29.000 escolares de 18 naciones, examinó los conocimientos de temas como el manejo de cuentas y tarjetas bancarias, la proyección de sus finanzas, la interpretación de los riesgos, intereses o impuestos, y de sus derechos y deberes como consumidores.
“Estos resultados muestran que el país está en mora de desarrollar un currículo que responda las necesidades del colectivo familiar nacional y no a los intereses de las entidades bancarias”, concluye el magíster.
(Por: fin/LGH/MLA/LOF)N.° 873