Economía & Organizaciones
Cafeteros le apuestan a la recuperación económica
Factores como el clima, los brotes de roya y broca y el alto costo de los fertilizantes incidieron en la merma de la producción de café durante el primer semestre de este año en Colombia.
Manizales, 17 de agosto de 2010 — Agencia de Noticias UN–Por esto, los caficultores esperan que en el mes de septiembre, cuando comienza la recolección de la segunda cosecha del año, el precio internacional del grano se mantenga estable para solventar la situación económica que atraviesan en la actualidad.
Según Libardo Patiño González, cultivador de la finca El Diamante, ubicada en la vereda Alto del Naranjo de Manizales, “esperamos que la cosecha sea abundante, pero sobre todo que el precio se mantenga en los niveles actuales a ver si reducimos esta crisis que nos afecta desde hace 15 años. Ojalá el precio nos ayude”.
Esta petición se debe a que la producción de café el año anterior sufrió uno de los declives más acentuados desde la recordada Bonanza Cafetera:; mientras en aquella época (1976) se producían 11 millones de sacos anuales, en el 2009 apenas se obtuvieron 8 millones.
“La situación obedece a las pocas existencias del grano que hay y que conllevan a que el precio se dispare, y a los cambios extremos del clima, puesto que durante los primeros meses hubo exceso de calor y el café se ‘veraneó’, y ahora hay fuertes lluvias que tampoco son buenas aliadas de la cosecha; por lo tanto es factible que el próximo año continúe el descenso”, expresó José Hernán Parra Sánchez, docente de la UN en Manizales, magíster en Economía y especialista en el tema cafetero.
Para mitigar estos impactos externos, el Comité Departamental de Cafeteros de Caldas ha puesto en marcha diferentes estrategias que buscan el mejoramiento de la competitividad, productividad y sostenibilidad de la caficultura, como el Crédito Cafetero, Germinadores Comunitarios, Competitividad y Cafés Especiales.
Ahora se busca renovar los cafetales envejecidos (tradicionales) por tecnificados, en los que sobresalen las variedades Caturra y El Castillo, caracterizadas por su bajo corte sin sombra que las hace menos susceptibles a plagas como la roya, y por su alta densidad y productividad, lo que se traduce en mejores ventas.
De las 82.974 hectáreas de café que hay en Caldas, el 7% son tradicionales y el 93% restante, tecnificadas.
Para Alfonso Ángel Uribe, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros de Caldas, “al seguir las recomendaciones del gremio, los cafeteros han hecho que en los últimos 12 años el área de café tecnificada haya crecido en un 12%. Este resultado demuestra cómo, a pesar de las dificultades por las que atraviesa el sector, Caldas continúa esforzándose por conservar una de las caficultoras más destacadas del país”.
Igualmente, si un cultivador pequeño quiere hacer la reconversión de su cafetal, cuenta con apoyo económico: por hectárea recibe 6 millones de pesos en préstamo, de los cuales el 40% los financia el Gobierno al aplicarle el Incentivo de Capitalización Rural. El resto del dinero queda sometido a cinco cuotas anuales que debe pagar el caficultor a partir del tercer año de ocurrido el préstamo, y los intereses generados en los siete años del crédito los costea el Fondo Nacional del Café.
Además, sea verde, maduro, seco o mojado, los caficultores saben que por anticipado tienen un lugar al cual podrán ir a vender su grano a un precio ya establecido.
“Es cierto que ahora estamos un poco mal, pero yo del café no me quejo. Con este producto me crié y estoy sacando adelante a mis hijos. Debemos aprender a organizarnos y entender que si queremos subsistir, no podemos dejar como único renglón de nuestra economía al café”, concluyó Juvenal Mesa, caficultor de la vereda Guacas de Manizales.
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