Ciudad & Territorio
Bogotá, sin políticas urbanas para atender la informalidad
El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la capital no cuenta con los mecanismos para responder de manera óptima a las dinámicas de crecimiento de los sectores informales, que en los últimos 15 años han mostrado un incremento significativo.
Bogotá D. C., 11 de mayo de 2017 — Agencia de Noticias UN-Específicamente, entre 2010 y 2015 se urbanizaron 3.709.393 m2 en sectores que antes eran informales; entre 2005 y 2010 fueron 2.811.340 m2, y 3.684.437 m2 entre 2000 y 2005.
Según lo expuesto por la profesora Yency Contreras, del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), “esta situación se ha manifestado en sectores como el suroriente, el sur y el noroccidente de la capital”, afirmación que hizo en el marco del Simposio internacional: gobierno urbano y perspectivas de las áreas urbanas.
Pese a que muchas viviendas y sectores ya se han formalizado, el POT vigente no cuenta con los instrumentos de gestión requeridos para responder, planificar y gestionar dichas tendencias de crecimiento urbano.
Es decir que en los otrora sectores informales, a pesar de que luego se formalizaron, no se implementaron estrategias de soporte urbano, movilidad ni conectividad hacia los centros de empleo ni espacio público, acentuando la problemática de una ciudad que solo tiene 4,23 m2 de espacio público por habitante, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda que sean 10 m2 como mínimo.
Para la profesora Contreras, “la informalidad es viva, crece y multiplica las necesidades urbanas, muchas de las cuales no se satisfacen”. Y esta problemática no se mitigará mientras las normas, lo que está en el papel, no corresponda con las realidades sociales, políticas y económicas. “El hábitat de una ciudad va más allá de la mera construcción de nuevas viviendas”, subrayó.
La Sabana también crece
De acuerdo con la profesora Contreras, uno de los principales retos es regular y administrar de una mejor manera la relación entre una ciudad como Bogotá –que no para de crecer– y los municipios ubicados en sus alrededores.
La investigadora destaca que entre 2000 y 2010, por ejemplo, el perímetro urbano de Chía, Tenjo, Bojacá, Sibaté y Gachancipá se multiplicó 1,9 veces; el de La Calera 2,7 veces; el de Mosquera y Cota 3,4 veces; y el de Funza y Tocancipá 3,7 veces.
Según una investigación reciente de la profesora Contreras –publicada en el libro Estado de la vivienda y del espacio público en el municipio de Chía–, la población de este municipio del norte de Bogotá se duplicaría en 12 años, a pesar de que las redes viales no se han actualizado ni se ha adecuado el espacio público que sugieren las organizaciones internacionales.
En dicho contexto, el nuevo POT debe articular, entre otras cosas, los instrumentos de renovación urbana, el sistema de movilidad, los usos del suelo y las estrategias de planificación del crecimiento demográfico, con el fin de que las normas se adecuen mejor a la compleja realidad de las diferentes problemáticas.
(Por: fin/JFMM/MLA/LOF)N.° 742