Ciudad & Territorio
Bogotá 24 horas transforma el imaginario urbano
Tener una ciudad 24 horas significa pensar que la noche es algo más que espacios para la rumba, el licor o los restaurantes, y que se puede convertir en un escenario para caminar, montar en bicicleta, reunirse en plazas o parques o acercase a los espacios culturales.
Bogotá D. C., 05 de julio de 2018 — Agencia de Noticias UN-Así lo considera el profesor Édgar Bejarano, economista y administrador de empresas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), a propósito de la aprobación en el Concejo de Bogotá del proyecto de acuerdo que convertirá a la ciudad en una capital productiva 24 horas.
En el programa Observatorio de Gobierno Urbano, del Instituto de Estudios Urbanos (IEU), el profesor Bejarano, junto con los también docentes Mayerly Villar –arquitecta y especialista en Gobierno y Gestión del Desarrollo Regional y Municipal– y Miguel Silva –politólogo y magíster en Seguridad y Defensa Nacional–, debatieron sobre la posibilidad de convertir a Bogotá en una ciudad activa de día y de noche.
Según la profesora Villar, esta iniciativa responde al imaginario de una ciudad cosmopolita, con ventajas en el aspecto económico y el aumento en la oferta laboral, y desventajas por los impactos en el medioambiente y la salud pública.
Para el profesor Bejarano, estructurar la ciudad implica una gestión integral, aplicada gradualmente en el territorio y con una regulación determinada. “Este proceso se debe crear, dirigir y propiciar”, enfatizó.
Al respecto, la profesora Villar señaló que además de la regulación se requiere de una política pública pensada en términos del modelo de gestión que demanda una ciudad como Bogotá, en cuanto a manejo de residuos, por ejemplo, o la perspectiva de gobierno.
“Inquieta que todavía no se hayan resuelto las dinámicas diurnas de movilidad, gestión de residuos, generación de energías alternativas y de contaminación, y que le estemos apostando a un proyecto que incrementa mucho más estas deficiencias”, expresó la académica.
El reto de la seguridad
Según el profesor Silva, experto en seguridad, una ciudad 24 horas implica un reto trascendental, en la medida en que se debe reinventar la forma en la que el Estado actúa sobre el territorio. En primera instancia, este modelo de ciudad involucra una concepción distinta sobre la aplicación de tecnologías para la seguridad ciudadana.
“Los lugares donde se presentan delitos o problemas de convivencia no son los mismo en el día que en la noche; estas geografías cambian e implican una concepción del territorio que lleva a revisar la aplicación de la tecnología”, sostuvo.
En segundo lugar, se trata de un reto existente relacionado con el insuficiente pie de fuerza para cubrir todo el territorio, lo que implica redistribuir la fuerza pública necesaria para su control.
“En la medida en la que surge una ciudad 24 horas, de manera simultánea va a aparecer un reacomodo del crimen organizado y la delincuencia, al cual debería darse una respuesta desde el control territorial”, afirmó el profesor.
No obstante, la profesora Villar aseguró que la oscuridad, soledad y desocupación de los espacios inciden en el miedo generalizado a la noche. Por tanto, enfocarse en atacar estos tres aspectos ayudaría de manera sustancial a mejorar la percepción de seguridad.
¿Cómo empezar?
“Una ciudad 24 horas no se genera por sí sola, esta implica unos incentivos por parte del Estado y este es el sentido de la política pública”, advirtió el profesor Silva, quien consideró que implementar este modelo puede ser, en principio, en sectores que tienen una oferta de bienes públicos como el de transporte y seguridad.
Por su parte el profesor Bejarano, exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.N., explicó que las zonas en las que hay aglomeraciones urbanas diurnas, educativas y culturales, comerciales o recreativas y de entretenimiento son potenciales para empezar a implementar un modelo de ciudad con actividad nocturna.
“Los territorios también deben reservar espacios para que las personas descansen, es decir que no toda la ciudad puede ser un flujo de actividad 24 horas”, insistió.
Por lo anterior, sugirió que la ciudad debería comenzar con áreas piloto que sirvan para evaluar el impacto de este modelo, para luego extenderlo progresivamente; incluso habló de la posibilidad de implementar áreas de seguridad con cinturones viales en los que los ciudadanos se puedan movilizar de manera segura.
(Por: Fin/IEU-PMA/MLA/LOF)N.° 857