Desarrollo Rural
A las fincas ganaderas de Arauca les falta certificación de buenas prácticas
Del total de fincas con vocación agropecuaria en este departamento de la Orinquia, solo el 0,1 % está en proceso de certificación por Buenas Prácticas Ganaderas (BPG).
Bogotá D. C., 12 de mayo de 2016 — Agencia de Noticias UN-Así lo expresó Carlos Sierra, estudiante de la Maestría en Producción Animal de la Universidad Nacional, quien está analizando los parámetros de calidad e inocuidad en la cadena cárnica bovina en Arauca.
En el departamento se identificaron 9.470 fincas ganaderas que corresponden al sector primario, de las cuales 13 se encuentran en proceso de certificación de Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) y solo una está certificada.
“Desde este sector se tiene un problema grave, porque un gran número de los predios identificados que se dedican a la ganadería de bovinos no cuenta con las condiciones necesarias para recibir la certificación que otorga el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)”, señala el investigador.
Según el experto, estas fincas no están certificadas porque los ganaderos desconocen la legislación nacional que rige las condiciones y medidas necesarias durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de alimentos para garantizar que al consumirlos no representen un riesgo para la salud.
Ante este panorama, el investigador propone generar estrategias de trabajo junto con el ICA para que los ganaderos aprendan a trabajar con inocuidad desde el sector primario, lo que será vital para asegurar la calidad final del producto.
“El ICA debe fortalecer la capacitación a los ganaderos porque se dedican a la parte de la trazabilidad, expedición de guías de movilización y control de vacunación, pero las buenas prácticas ganaderas no se han trabajado en la región”, explica el estudiante.
Sumado a esto, solo el 40 % de los expendedores de carne del departamento cumplen con lo estipulado en las buenas prácticas de manipulación de carne bovina. Pese a que hay parámetros establecidos por el Invima de obligatorio cumplimiento, el 60 % restante se encuentra en proceso de adaptar prácticas adecuadas.
Ante este panorama, se espera hacer una evaluación completa de la calidad e inocuidad en la cadena agroalimentaria, para lo cual se escogerá una muestra de las 73 fincas que se dedican a la ceba (engorde del ganado).
Allí serán tomadas las muestras del músculo longissimus dorsi, conocido como “chatas”, de cada ganado, al cual se le analizará el pH, la temperatura, la terneza y la capacidad de retener agua.
“Al cliente lo que más le llama la atención es la jugosidad y la terneza de la carne, eso se va a analizar bajo un modelo estadístico. Para verificar la inocuidad se harán visitas a las fincas y evaluarán las buenas prácticas ganaderas, analizando la agrocadena según el decreto 1500 del 2007, que establece el reglamento técnico del Sistema Oficial de Inspección, Vigilancia y Control de la Carne”, añade Sierra.
Estas muestras se dividirán entre predios del piedemonte araucano y en la sabana de la región. En cada finca analizarán desde la manipulación que se le da a la medicina veterinaria, la adecuación de los corrales, el estado de los establos y la pureza del agua, hasta la condición de las pasturas y el ambiente en el que vive el ganado.
Por último, el experto sugiere armonizar y normalizar las leyes colombianas de la inocuidad sanitaria con las leyes de los posibles países compradores de carne.
“Venezuela, por ejemplo, siempre ha sido nuestro mercado natural y se deben analizar las leyes que tiene ese país para saber qué le falta a las nuestras y así asegurar que los compradores seguirán prefiriendo nuestro producto”, concluye el investigador.
(Por: fin/VC/MLA/APBL)N.° 702