Desarrollo Rural
Economía circular, aliada del desarrollo y la paz en la Orinoquia
Un modelo innovador, basado en los principios de la economía circular, que involucra el aprovechamiento eficiente de residuos, la producción con valor agregado, el emprendimiento sustentable y estrategias de producción agroecológica, ha sido la apuesta de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia en esta región del país.
Orinoquia, 09 de diciembre de 2020 — Agencia de Noticias UN-Es así como la Institución presentó a la convocatoria de Extensión Solidaria 2019 el proyecto “Economía circular, alternativa para el desarrollo agropecuario sustentable, paz y convivencia en el corregimiento de El Caracol y vereda La Yuca”.
La ejecución de dicho proyecto empezó este año, y hasta el momento se han beneficiado 15 mujeres de la vereda La Yuca y otras 12 de la vereda El Caracol, del municipio de Arauca.
Según Ana María Romero, coordinadora de Extensión de la UNAL Sede Orinoquia, esta propuesta integra la producción agropecuaria con el establecimiento de conucos y huertas, galpones de gallinas ponedoras y procesos de transformación para incrementarle el valor agregado a los productos locales.
El trabajo incluyó la realización de talleres de valor agregado y emprendimiento, los cuales dieron lugar a la formalización de la Asociación de Mujeres Araucanas Emprendedoras y Transformadoras del Campo (Amtec), de la vereda La Yuca.
Este grupo de trabajo fabrica y comercializa derivados lácteos como yogur frutado, queso fresco, arequipe, manjar blanco, chicharrones de cuajada, panelitas y gelatina a base de lactosuero, este último como alternativa de aprovechamiento del subproducto del proceso de elaboración de quesos. Además, el grupo de emprendedoras trabaja en la elaboración de productos derivados del cacao, como licor de cacao, chocolate de mesa, vino, néctar y jalea de mucílago de cacao.
Caracol del Llano
Entre tanto, en la vereda El Caracol se conformó el colectivo “El Caracol del Llano”, una microempresa formada por 12 mujeres que fabrican y comercializan champú; jabón de tocador; jabón líquido para manos; detergente en barra y en polvo; suavizante, y limpia pisos, elaborados con aceites reciclados y grasa animal.
Para darles fragancia a estos productos se emplean aromatizantes naturales derivados de las plantas medicinales que se siembran en las huertas, entre ellos aloe vera, manzanilla, albahaca y romero.
Esta apuesta es una alternativa a la disposición segura y al uso de los residuos grasos que son altamente contaminantes del medioambiente. Las mujeres también fabrican y comercializan conservas de frutas y hortalizas que se posicionan como opción natural a los condimentos comerciales.
Según la coordinadora de Extensión, “este modelo se ha replicado en Arauca con el apoyo de entidades no gubernamentales como el Programa Mundial de Alimentos (WFP), la Cruz Roja Internacional (CICR) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desarrollando unidades productivas que han beneficiado a más de 14.000 personas de población en condición de discapacidad, mujeres víctimas del conflicto armado, población migrante y retornada, colegios agropecuarios rurales, adultos mayores y comunidades indígenas”.
Así mismo, el proyecto ha recibido diferentes reconocimientos por parte de agencias de cooperación internacional y de la Gobernación de Arauca, por su impacto positivo en las comunidades rurales, la generación de ingresos y el empoderamiento de la mujer, y por propender por la creación de espacios productivos sustentables para la paz y la convivencia, fortaleciendo el emprendimiento y la asociatividad rural.
(Por: /Fin/LIAG/MLA/LOF)N.° 349