Salud
Diamante del cuidado aliviaría impacto familiar de COVID-19
Tres aspectos relacionados con el bienestar que se han truncado en la pandemia –la provisión del hogar, la sociabilidad de las actividades que se hacen fuera de casa y la actividad física– llevarían a experimentar sensaciones de separación, inestabilidad e intranquilidad, que requieren acciones del diamante del cuidado.
Bogotá D. C., 22 de octubre de 2020 — Agencia de Noticias UN-La provisión del hogar, como la forma de conseguir sustento económico, se ha truncado en la pandemia. Fotos: Brandon Pinto - Unimedios.


La falta de actividad física, en términos de salir de casa, resultaría en una sensación de inestabilidad.


Uno de los puntos en los que hay más ruptura es en los tiempos de desplazamiento y el tiempo ahorrado en la movilidad.


En la medida en que se logre articular ese diamante –en el que se encuentra la familia, el mercado, el Estado y las ONG– se logrará solucionar la ruptura de las dinámicas familiares con un especial énfasis en las mujeres, que han sido las más afectadas.
Las anteriores son apreciaciones de la socióloga Ángela María Jaramillo, de la Universidad Nacional de Colombia y actual directora del programa de Sociología de la Universidad Javeriana, y de la profesora Yolanda Puyana, del Departamento de Trabajo Social y del Centro de Estudios Sociales de la UNAL.
Para la socióloga Jaramillo, ganadora del Cuarto Premio Antonio Restrepo Barco de Investigación a la Familia, “las rupturas llevan a que las personas busquen nuevas rutinas, como el teletrabajo, pero que depende de los contextos de cada familia. Esto cuestiona la infraestructura social, económica y política para dar las condiciones suficientes para las nuevas cotidianidades y que respondan a los múltiples tipos de familia”.
Sobre ese punto, la profesora Puyana subraya que los desafíos de las familias no se quedan en los hogares sino en la relación con el Estado. “Generalmente en Colombia hay una visión muy ‘familiarista’, yo critico esa idea que dice que la familia es el núcleo de la sociedad, no creo que lo sea, creo que la familia, como otras entidades sociales articuladas, deben buscar el bienestar social”.
Victoria Cabrera, coordinadora del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, manifiesta que para algunas personas la pandemia ha resultado un alivio en términos de ahorro de tiempo en desplazamientos, en estar más cerca de los hijos o de fortalecer lazos personales, mientras que para otros es una experiencia negativa por haber perdido su empleo y sus relaciones personales con sus familiares y amigos se deterioraron.
Agrega que una forma resiliente que han encontrado las personas es apoyarse en sus redes familiares y vecinales para “afrontar la situación con optimismo y aprovechando sus recursos personales”.
Responsabilidad conjunta
La profesora Puyana indica que ahora es clave la aplicar el diamante del cuidado para que las familias no tengan que asumir solas toda la responsabilidad de la crisis.
Al respecto, señala que en apenas dos meses 1 millón de mujeres pasó de ser población económicamente activa a inactiva, que no es suficiente con que los integrantes del hogar “ayuden” a los quehaceres, sino se busquen políticas sociales integrales.
La profesora María del Carmen Docal, de Instituto la Familia de la Universidad de La Sabana, dice que las familias han recurrido a los vecinos o a las familia para apoyarse. “La familia tiene una dificultad dentro de la modernidad y es que tiene la responsabilidad de atender las necesidades de sus miembros, pero está alejada de la toma de decisiones estatales; la pandemia nos está poniendo de frente en que debemos tener políticas públicas más decisivas”, indica.
Por su parte, la doctora Jaramillo agrega que debe haber un trabajo de corresponsabilidad entre la familia, las comunidades y las instituciones; que el sistema no debe estar ligado a la solidaridad de vecinos o de parentesco, sino en los derechos.
La profesora Puyana señala que “ya Somos demasiado resilientes, la pandemia ha demostrado que amerita un pacto nacional orientado a un Estado de bienestar, menos neoliberal, que las políticas lleguen efectivamente a las regiones”. Ella es jurado de los premios de la Fundación Barco, y agrega que en ocasiones se le exige demasiado a la familia obviando la estructura social colombiana, enmarcada en el conflicto y en profundas desigualdades sociales y de género.
Las expertas expusieron sus argumentos en la conferencia “La crisis global y su impacto en las estructuras familiares en Colombia”, organizada por la Fundación Barco y el Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, con el apoyo de la Universidad Javeriana y la UNAL.
La UNAL ofrece talleres para entender las relaciones y la convivencia familiar, identificar las emociones y aprender estrategias para resolver los problemas. El próximo inicia el 28 de octubre y va hasta el 30 de noviembre. Para más información escribir a tacuida_fchbog@unal.edu.co.
(Por: fin/AMV/MLA/LOF)N.° 122