Política & Sociedad
Posacuerdo no ha llegado al Parque Natural Tinigua
La deforestación de bosques en esta área de reserva y su reemplazo por cultivos ilícitos o actividades que han ampliado la frontera agrícola evidencian que las propuestas del primer punto de la reforma rural integral no se han implementado.
Bogotá D. C., 11 de octubre de 2018 — Agencia de Noticias UN–El Parque Nacional Natural Tinigua está ubicado entre los municipios de La Uribe y La Macarena, en el departamento del Meta. Fotos: Parques Nacionales Naturales


Según el Ideam, en los primeros tres meses del año el Parque perdió más de 5.600 hectáreas de bosque por causa de la deforestación.


El estudiante Mauricio Ángel, del Doctorado en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), comenta que la ocupación de territorios por familias desplazadas, a raíz del fortalecimiento de grupos armados, ha influido en la deforestación.
“Antes, cuando las FARC se encontraban es esta zona, la estructura se conservaba un poco más, ya que ellos no permitían el uso de estos territorios con otros fines y era un tipo de autoridad local. Ahora las disidencias de este grupo y de otros han tomado el control de la zona y han amenazado a las autoridades ambientales”, advierte el investigador.
El Parque Nacional Natural Tinigua está ubicado entre los municipios de La Uribe y La Macarena, en el departamento del Meta, y aunque es una de las áreas protegidas del país, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en los primeros tres meses del año perdió más de 5.600 hectáreas de bosque por causa de la deforestación.
Esta reserva protegida, de más de 215.000 hectáreas, forma parte del Área de Manejo Especial La Macarena, creada en 1989, en la que también están los parques Cordillera de los Picachos, Sierra de La Macarena y Sumapaz. Los ríos Guayabero, Guaduas, Perdido y Duda, que cruzan por el Parque, forman el río Guaviare y la macrocuenca del Orinoco.
En su análisis, el investigador cuenta que con sus compañeros –Carolina Tobón, estudiante del Doctorado en Geografía, y David Zamora, del Doctorado en Ingeniería Civil de la U.N.– compararon el grave deterioro del Parque, por medio de fotos satelitales.
“En las imágenes observamos que hay unas zonas grandes que se han tomado y así se ha extendido la frontera agropecuaria, donde pueden estar más de 10.000 cabezas de ganado, aunque el suelo no sea el más apto para esta actividad, sino para modelos agroforestales”, comenta.
Sobre la frontera agrícola, el investigador recuerda que dentro del primer punto de la reforma rural integral se propuso delimitarla, proteger las áreas de especial interés ambiental y generar para la población que colinda con ellas, o que las ocupan, alternativas equilibradas entre medioambiente, bienestar y buen vivir.
Recuerda que en el Acuerdo se estipuló que en un plazo no mayor a dos años se realizaría un plan de zonificación ambiental que delimitaría la frontera con miras a proteger la biodiversidad; sin embargo hasta hoy no se ha adelantado ninguna de las acciones propuestas.
“La política de conservación quedó muy bien escrita, pero al hacerle seguimiento encontramos que después de que se firmó el Acuerdo, por ejemplo, las zonas de protección ambiental especial no se analizaron, lo que originó que nuevos grupos tomaran el control, utilizando los recursos del Parque”, señala.
Pobreza y cultivos de coca
Funcionarios de Parques Nacionales consideran que el cultivo de la hoja de coca ya supera las 1.000 hectáreas. Una de las razones radica en que en estas zonas no se puede fumigar con glifosato, ya que esto ocasionaría daños en los ecosistemas.
La situación de pobreza también juega un papel importante en esta zona, asegura el investigador: “los informes anuales que generan las alcaldías de municipios como La Uribe muestran que la pobreza multidimensional en esta zona está entre el 50 y 75 %. La Macarena es quizá el único municipio que sale bien librado por la influencia del turismo y el petróleo”.
La idea es hacer una mirada transdisciplinaria de la situación de Tinigua frente a lo que quedó escrito en el Acuerdo de Paz. Este trabajo, aún en desarrollo, surgió de una cooperación entre el Instituto de Estudios Ambientales de la U.N. y el Centro de Investigación para el Desarrollo de la Universidad de Bonn, en Alemania.
(Por: Fin/DGH/MLA/LOF)N.° 396