Economía & Organizaciones
Zonas mineras requieren más proyectos productivos
Las empresas del sector minero deben apoyar a las comunidades adelantando proyectos productivos en los territorios donde desarrollan su actividad, para lo cual deben reconsiderar la forma de hacer responsabilidad social, pues en la mayoría de los casos esta se ha enfocado en desarrollo de infraestructura.
Medellín, 11 de diciembre de 2017 — Agencia de Noticias UN-Ese es uno de los resultados del estudio adelantado por el estudiante Gustavo Adolfo Aristizábal, del Doctorado en Ingeniería – Ciencia y Tecnología de los Materiales de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, quien analizó cómo las compañías mineras involucran aspectos socieconómicos, a partir de lo cual construyó un modelo de gestión de la sostenibilidad de proyectos mineros.
El investigador ha identificado que diversas tareas de responsabilidad social suelen convertirse en “una receta de tipo asistencialista que fomenta pasividad en las comunidades” hasta llegar, en algunos casos, a sustituir la función del Estado en los territorios.
“Algo así sucedió en Alto San Jorge, Córdoba, donde después de décadas de actividad minera se perdió la vocación agrícola. El modelo propone que la industria minera promueva el desarrollo de emprendimientos productivos como los agrícolas o pecuarios, mientras el proyecto minero se va desarrollando”, afirma.
En este punto es fundamental el consenso con las comunidades, ya que son estas las que deben empoderarse y ejecutar actividades económicas que les den sustento, por lo cual es importante identificar claramente qué aspectos se deben fortalecer y no cambiarse por completo, un error que con frecuencia cometen las compañías mineras.
En ese sentido, otro paso fundamental es concertar con comunidades el modelo de desarrollo que desean y requieren: “no se puede pretender que todos quieran el mismo modo de vivir que se tiene en las ciudades, sino llegar a entender qué les falta y qué elementos necesitan para que su territorio no se afecte por el paso de la actividad minera”, agrega.
Forjar comunidades empoderadas es fundamental si se tiene en cuenta que un proyecto minero puede permanecer en un territorio entre 30 y 40 años, y que son las empresas las que deben poner sus objetivos en proporcionarle beneficios a la comunidad, además de generar dividendos.
El doctorando ha llegado a estas conclusiones después de realizar visitas de campo en Cerro Matoso (Montelíbano, Córdoba), Red Eagle Mining, en su mina de Santa Rosa de Osos (Antioquia) y en Sumicol (La Unión, Antioquia), además de revisar reportes de sostenibilidad y realizar alrededor de 50 entrevistas con miembros de las comunidades, funcionarios de alcaldías y encargados de programas de responsabilidad social de empresas de minería.
El investigador afirma que con el trabajo se busca una retroalimentación. Al respecto concluye que “cuando los proyectos mineros se instalan en un territorio tienen impactos en la población, pero la idea con el modelo es contribuir a que estos se sigan convirtiendo en un factor positivo de desarrollo e ir cambiando el imaginario de que en torno a la minería solo hay destrucción”.
La investigación está en desarrollo y es dirigida por el profesor Óscar Jaime Restrepo, del Departamento de Materiales y Minerales de la Facultad de Minas de la U.N. Sede Medellín.
(Por: Fin/KAGG/MLA/LOF)N.° 952