Política & Sociedad
Volver a La Haya, única alternativa de Colombia: Enrique Gaviria
La sorpresiva determinación adoptada por Colombia de presentar una contramemoria ante la Corte Internacional de Justicia es interpretada como un paso necesario para evitar un nuevo fallo que lesione los intereses del país en el litigio con Nicaragua.
Bogotá D. C., 18 de noviembre de 2016 — Agencia de Noticias UN-Colombia se retractó en su determinación de asistir a la Corte, afirmó el internacionalista Enrique Gaviria.


Según Enrique Gaviria, Colombia perdió una oportunidad al abstenerse de demandar a Nicaragua en 1980.


Así se refirió el reconocido académico, ex diplomático e internacionalista Enrique Gaviria a las implicaciones que tiene el nuevo rumbo adoptado por la Cancillería de Colombia en su estrategia de defensa ante las nuevas demandas interpuestas por el país centroamericano.
El experto, invitado al Encuentro Internacional “Colombia en la Geopolítica del Caribe: entre cooperación y controversias”, realizado por el Centro de Pensamiento sobre Mares y Océanos y el Centro Gran Caribe, aseguró que el país no tenía otra alternativa.
¿Cómo califica la determinación adoptada por el Gobierno nacional de presentar la contramemoria ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya?
Era algo que Colombia debía hacer y de ahí mi extrañeza ante la postura adoptada por el presidente Santos, de acuerdo con la cual el país no volvería a presentarse ante la Corte, porque quedábamos a merced de Nicaragua.
¿Qué implicaciones habría tenido adoptar esa postura?
Los estatutos de la Corte Internacional prevén que si una de las partes no concurre a las audiencias, la contraparte puede solicitar un fallo a su favor y con la determinación adoptada por el jefe de Estado de Colombia, eso era lo que se veía venir.
¿Modifica esta circunstancia el controvertido fallo del 2012?
Los fallos de la Corte son inapelables y definitivos, a menos que se interpongan los recursos extraordinarios que Colombia no presentó, de tal manera que ese es un asunto decidido.
Cosa distinta ocurre con las otras dos demandas que presentó Nicaragua solicitando que se extendiera su plataforma continental más allá de las 200 millas y la que tiene que ver con el incumplimiento de la sentencia que profirió la corte en 2012.
¿Qué alcance tiene la decisión de Colombia de volverse a presentar ante la Corte?
Lo que hizo la Cancillería fue presentar una contramemoria ante ese segundo requerimiento formulado por Nicaragua con el fin de desvirtuar esos argumentos, aunque desconozco su contenido.
Cuando un país presenta una demanda ante la Corte, su contraparte puede contestar esa demanda y contrademandar.
¿Qué ocurre si Colombia decide ignorar la sentencia de la Corte?
Si Colombia no cumple con la sentencia, en el artículo 94 de la Carta de Naciones Unidas se autoriza al Estado favorecido por la sentencia para que solicite ante el Consejo de Seguridad de este organismo que la haga valer o tome las disposiciones que considere pertinentes.
¿Cabe la posibilidad de que la propia Corte exija acatar el fallo?
Claro. Esa es la determinación que deberá adoptar para el caso de las dos nuevas demandas interpuestas por Nicaragua; y en la que respecta al incumplimiento del fallo de 2012, por ejemplo, ya se ha manifestado en el sentido de precisar que Colombia no ha ejercido la fuerza, aunque el resto de la demanda está por definirse.
¿Cómo califica el retiro del Pacto de Bogotá?
Eso fue otro disparate, porque a la gente se le olvida que el autor de esa idea fue Alberto Lleras Camargo como representante de Colombia, primero en Chapultepec (1945) y luego en Bogotá, en pleno Bogotazo.
¿Qué reacciones podría desencadenar esta nueva posición en Colombia?
Los primeros en cuestionar esta acción serán los miembros del Centro Democrático. Recuerde que el primero en recomendar que Colombia se abstuviera de presentarse ante la Corte fue el ex presidente Álvaro Uribe, y el presidente Santos se acogió a esa interpretación.
¿Cuánto tiempo pueden prolongarse estos nuevos litigios con Nicaragua?
Yo estimo que al menos otros 10 años, si tenemos en cuenta que la primera demanda fue presentada por Nicaragua en 2001 y el fallo solo vino a producirse hasta 2012.
¿Existe otra alternativa?
El diálogo directo con Nicaragua. ¡Así estemos en pleito! Los estatutos de la Corte prevén que las partes pueden interrumpir el proceso, porque están negociando un nuevo acuerdo.
(Por: Fin/JCMG/MLA/LOF)N.° 915