Salud
Variable ayudaría a pronosticar gravedad de tromboembolismo pulmonar
Una fórmula matemática que relaciona la cantidad de oxígeno que hay dentro del pulmón con el que hay en la arteria (relación arterio-alveolar de oxígeno) podría ayudar a identificar los casos más graves de pacientes adultos que padecen esta enfermedad.
Bogotá D. C., 19 de noviembre de 2018 — Agencia de Noticias UN-La enfermedad consiste en el taponamiento de una parte del territorio arterial pulmonar a causa de un trombo. Créditos imagen Walter Serra, Giuseppe De Iaco, Claudio Reverberi y Tiziano Gherli


Se estima que la incidencia del tromboembolismo pulmonar (TEP) agudo se presenta entre 70 y 113 casos por cada 100.000 habitantes al año y la mortalidad asociada con esta enfermedad puede alcanzar hasta el 17 % en el mundo.
El TEP consiste en el taponamiento de una parte del territorio arterial pulmonar (vasos sanguíneos que llevan sangre pobre en oxígeno desde el corazón hasta los pulmones para oxigenarla) a causa de un trombo que procede de otra parte del cuerpo.
“Esta enfermedad se puede padecer en cualquier momento de la vida, pero personas con cáncer que han sido sometidas a grandes cirugías o que están inmovilizadas tienen mayor riesgo de padecerla”, explica el doctor Erick Rolando Cardona Quitian, especialista en Medicina Interna de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien comenta que se trata de un diagnóstico complicado, debido a que esta condición no se relaciona con muchos síntomas.
“Nuestro objetivo como médicos es intentar encontrar aquellos pacientes que tienen peor pronóstico para estar más pendientes y ofrecer otros tipos de tratamiento que eviten los peores desenlaces”, destaca.
Análisis univariado
El doctor Cardona centró su investigación en la utilidad de pronóstico que puede ofrecer la relación arterio-alveolar de oxígeno (a/APO2) en pacientes adultos con TEP agudo.
Encontró que en un estudio realizado en el Hospital Universitario Nacional con 95 pacientes con esta patología los resultados del análisis estadístico univariado, en el que solo se consideró la variable a/APO2, cuando esta es menor a 0,49 milímetros de mercurio (mmHg), tiene una razón de oportunidades (OR) de 15,6 veces para presentar desenlaces de mortalidad o la necesidad de ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Buscamos pacientes con la enfermedad ya diagnosticada y miramos su historia clínica, calculamos la variable y revisamos qué pasaba durante su estancia en el hospital, si morían o necesitaban cuidado intensivo. Con esta información se hizo el análisis estadístico para ver si existía una asociación o no frente a la variable que estudiamos”, explica el doctor Cardona.
Sin embargo los resultados del análisis multivariado, en el que se excluyen valores que pueden confundir la investigación, la a/APO2 menor a 0,49 mmHg no se comporta como variable independiente para predecir peores desenlaces.
“No encontramos una asociación estadística que se relacionara con el pronóstico, pero contamos con varias limitantes que pueden afectar el resultado, como el número de pacientes. Una muestra más grande puede tener unas variables con más fuerza estadística y usamos un punto de corte sugerido por la literatura (a/APO2 menor a 0,49 mmHg), que puede o no ser el adecuado”, indica el investigador, por lo que afirma que se necesitan estudios posteriores más amplios.
Por otra parte, el estudio también permitió ratificar que factores como la disfunción del ventrículo derecho –que se toma en la mayoría de pacientes con un ecocardiograma o con imágenes del tórax– sí se relaciona con mortalidad. “Es importante ratificarlo y ver que nuestro estudio es positivo frente a eso, aunque ya está descrito por la literatura”, comenta el doctor Cardona.
Además se encontró que cuando se presentan altos valores en la relación entre la presión arterial de oxígeno y la fracción inspirada de este (PaFiO2) –medida que suele hacerse en los servicios de urgencias– estos podrían relacionarse con un mejor pronóstico para los pacientes.
(Por: fin/ALP/MLA/LOF)N.° 574