Salud
Una guía para bajar costos en el cuidado de enfermos crónicos
Actualmente, una familia que no tiene un paciente con enfermedad crónica gasta en salud 259.590 pesos al mes, mientras que en las que sí los hay, los gastos se elevan a $834.640.
Bogotá D. C., 15 de abril de 2015 — Agencia de Noticias UN-Con base en datos como estos, el grupo interdisciplinario de Investigación del Cuidado del Paciente Crónico de la U.N., diseñó la cartilla “Sancho, le ayuda a ahorrar en el cuidado de personas con enfermedad crónica”.
La publicación incluye consejos en derechos de los pacientes, servicios disponibles, elementos médicos, transporte, alimentación, comunicaciones, vivienda y finanzas, para que las familias de estas personas disminuyan costos.
En la cartilla, el cerdo “Sancho de las Casas” brinda trucos para economizar en los rubros que más generan gasto al cuidar una persona enferma.
El grupo interdisciplinario, conformado por enfermeras profesionales que lo lideran y profesionales en administración, economía, estadística y contaduría de la U.N., diseñó previamente un modelo para determinar la carga financiera para el paciente y sus familiares.
Beatriz Sánchez, profesora de la Facultad de Enfermería de la U.N., explicó que una encuesta familiar de costos que mide el consumo real efectivo, realizada a 225 familias de las cinco regiones del país, fue adaptada para observar las diferencias entre el consumo familiar regular y el de una con uno de sus integrantes enfermo.
“El resultado encontrado nos mostró que los gastos en salud son los más elevados, sobre todo los que se hacen en medicamentos”, aseguró la profesora.
Actualmente, una familia que no tiene un paciente con enfermedad crónica gasta en salud 259.590 pesos al mes, mientras que en las que sí hay pacientes, el gasto se incrementa en 575.050 pesos mensuales.
Adicional a esto, se debe tener en cuenta que a causa del tiempo que los cuidadores dedican a los enfermos, deben dejar sus trabajos, lo que también disminuye sus ingresos y el presupuesto.
Otro rubro afectado que genera carga es el transporte. Movilizar al paciente hasta centros de salud retirados y realizar las diligencias para autorizaciones de exámenes y medicinas es muy costoso. En este sentido, una familia promedio gasta 98.056 pesos en transporte mientras que una que tiene una persona enferma, adicionalmente, gasta 49.400 pesos.
En cuanto a vivienda, servicios públicos y adecuaciones, los gastos para una familia regular son de 492.643 pesos, mientras que con un enfermo el costo se incrementa en 137.701 pesos.
En las comunicaciones el gasto regular promedio es de 124.936 pesos y por el consumo relacionado con el enfermo el incremento es de 16.978 pesos.
Con respecto al rubro de alimentación, la investigación muestra que el gasto es de 556.517 pesos, incrementándose en 159.014 pesos en las familias con enfermos. En consecuencia, la atención a visitas también lesiona el presupuesto familiar.
En este sentido, el grupo, a través de grupos focales de cuidadores y pacientes, observó las estrategias de gastos y de ahorro. La información recolectada fue sistematizada y validada con diferentes expertos, como los encargados del manejo de agua en las empresas de acueducto y otros de las de energía eléctrica.
“Esta cartilla muestra a las personas los derechos con los que cuentan los pacientes y que en muchas ocasiones no conocen, como el derecho al tránsito libre en su automóvil, es decir que no los cubre el pico y placa en el caso de Bogotá”, explicó la profesora Beatriz Sánchez.
Así mismo, instruye a las familias sobre la calidad de los medicamentos genéricos y cómo conseguirlos en situaciones en que las EPS no los incluye. En el caso de aditamentos como sillas de ruedas, caminadores y camas, Sancho enseña que no siempre es necesario comprarlos, pues se pueden alquilar durante el tiempo que el paciente lo requiera.
En cuanto a la alimentación, la guía indica cómo seleccionar, comprar y conservar los alimentos, también cómo prepararlos para aprovechar mejor sus nutrientes a costos razonables.
En el aspecto de vivienda, se encuentran formas estructuradas de ahorro en servicios públicos, productos ahorradores, temporizadores, reciclaje, manejo de aires acondicionados y ubicación del enfermo para optimizar los servicios.
Con respecto al transporte, también se incentiva al uso de medios alternativos, cuando sea posible, como bicicletas o desplazamientos a pie.
En el tema de comunicaciones se aconseja cómo ahorrar en el uso de sistemas, servicios de paquetes ofrecidos por las empresas y servicios tecnológicos de utilidad como mensajería, redes sociales y aplicaciones que ayudan a ahorrar tiempo y dinero.
Por último, en cuanto a finanzas, se ilustra sobre manejo de presupuesto, deudas, ventajas y desventajas de los préstamos.
(Por: Fin/VMH/MLA/SYC)N.° 134