Medioambiente
Un jardín en la U.N. recupera saberes ancestrales
El Jardín Medicinal Interior Camilo Torres Restrepo, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), realiza actividades pedagógicas para recuperar prácticas de siembra de plantas cuyo cultivo ha caído en desuso.
Bogotá D. C., 27 de agosto de 2018 — Agencia de Noticias UN-Plantas como el confrey también forman parte del Jardín Medicinal gracias a sus propiedades preventivas en el desarrollo del cáncer.


Las hojas de papayuela se utilizan para hacer baños en personas que sufren escoriaciones en la piel.


La iniciativa de la Capellanía de la U.N. acoge tanto a voluntarios como a integrantes de los cursos de extensión de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Sede Bogotá.
Flavia Valladares, coordinadora del Voluntariado de la Capellanía, afirma que este es un espacio de reencuentro entre estudiantes y comunidad en el que los participantes se familiarizan con algunas plantas utilizadas en procedimientos medicinales alternativos, conocimiento de las propiedades del suelo y cuidado de la tierra, entre otros aspectos.
El profesor Julián Ernesto Ramírez señala que se procura que siempre sean unos 20 estudiantes los encargados de mantener y cosechar algunos de los productos del Jardín.
Así mismo, como uno de los propósitos del Jardín es recuperar la cultura de la medicina ancestral, se privilegia el cultivo de plantas como la lengua de vaca, que a pesar de ser considerada como una “maleza” es potenciadora de la vitamina C.
Otra planta es la yerbabuena de Castilla, cuyas hojas y tallo son utilizados como relajantes desde la época de los muiscas. El Jardín también cuenta con dos apiarios que facilitan la polinización de los cultivos.
Una de las voluntarias en esta experiencia es Lucero Sanabria, quien llegó atraída por la idea de crear su propia huerta casera, una iniciativa que ya se desarrolla en otras regiones del país, como en El Pital (Huila), donde se realizan talleres con niños, para que aprendan a cuidar recursos como el agua.
El Jardín Medicinal Interior también contempla la recuperación del uso de algunas plantas ornamentales, como por ejemplo “los tagetes, de uso extendido en México durante el Día de los Muertos y con potencial para tratamientos del cabello y como desinflamatorio”, explica la coordinadora Valladares, quien menciona el confrey, que suele emplearse para casos de artrosis.
Huertas de aprendizaje
El Jardín cuenta con una “huerta de los errores” en la que los participantes ponen en práctica conceptos y procedimientos teóricos.
El profesor Ramírez menciona que, a diferencia del sistema tradicional, en este terreno no se desyerba, sino que “para preparar el terreno usamos leños junto con capas de compost maduro e inmaduro cubiertos por una capa de suelo”.
De esta manera se produce cebolla, acelga, espinaca, calabacín, salvia, sábila, hinojo, eneldo, borraja, uchuva, papayuelo y tomate, los cuales se cultivan en surcos con formas radiales. “Esa forma de mandala hace que el agua irrigue todo el cultivo”.
Deyanira Ullabán, exalumna de Ingeniería Agrónoma de la U.N., dicta algunos talleres de compostaje y manejo de suelos. “El equipo base está conformado por 11 personas, estudiantes de Veterinaria, Zootecnia, Trabajo Social, Artes y Agronomía, quienes trabajan en métodos alternativos distintos al uso de fertilizantes”, puntualiza.
Al curso de huertas puede asistir cualquier persona interesada en la agricultura y la jardinería, previa inscripción.
(Por: fin/JCMG/dmh/LOF)N.° 128