Ciudad & Territorio
Transporte público, barrera para usuarios en situación de discapacidad
En la localidad de Engativá, debilidades en el sistema de movilidad, principalmente asociadas al subsistema de transporte, acceso y asequibilidad, y las conductas y cultura de los ciudadanos, incomoda tanto a las personas en esta condición –beneficiarias de los servicios de la Secretaría Distrital de Integración Social– como a sus cuidadores.
Bogotá D. C., 15 de diciembre de 2020 — Agencia de Noticias UN-La accesibilidad y asequibilidad al transporte público, y la cultura ciudadana son las principales barreras de movilidad para personas en situación de discapacidad en Engativá. Foto: Brandon Pinto . Unimedios.


La UPZ 74 de la localidad de Engativá es una de las que presenta menos accesibilidad. Foto: Cortesía Dayanna Lizeth Carvajal Rozo.


Los tiempos de desplazamiento son elevados para personas en situación de discapacidad debido a la poca accesibilidad. Foto: Brandon Pinto . Unimedios.


Según lo evidencia una encuesta a más de 1.000 usuarios del transporte público de esta localidad, la Unidad de Planeamiento Zonal (UPZ) 74 es una de las que menos accesibilidad a unidades operativas presenta, pese a ser la que mayor concentración de personas con discapacidad usuarias de los servicios tiene.
En consecuencia, se genera un desequilibrio en los niveles de accesibilidad para grupos poblacionales con características socioeconómicas complejas, quienes además tienen menores ingresos y una ubicación sociodemográfica con menor conectividad.
Así queda expuesto en la investigación de Dayanna Lizeth Carvajal Rozo, magíster en Ingeniería Civil – Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en la cual se conocen y analizan las perspectivas de acceso de los beneficiarios de los servicios sociales de la Secretaría de Integración cuando se dirigen a las unidades operativas de atención, identificando los principales factores que representan barreras que afectan su movilidad.
El estudio utiliza una metodología mixta con herramientas cualitativas y cuantitativas, y mediante entrevistas a grupos focales y encuesta, los usuarios aseguran que aunque existe toda una política y herramientas para que las personas tengan más facilidad de acceso, todavía no se logra prestar plenamente este servicio.
Por ejemplo, al esperar su medio de transporte –que por lo general son buses alimentadores o del componente zonal– aunque estos cuentan con acceso para esta población, no los recogen o se detienen en lugares distintos cuando ven que ellos los esperan, factor que aumenta el tiempo de desplazamiento.
“La mayoría de estas personas son muy vulnerables económicamente, por lo que no les importa la distancia que deban recorrer e intentan que sus viajes no tengan costo, por lo cual utilizan el servicio de alimentadores de la localidad hasta llegar a su destino. Sin embargo les incomoda las barreras para el acceso a este transporte, su infraestructura y el comportamiento de las personas, lo que realmente intensifica las barreras y les hace más difícil su situación”, aclara la investigadora.
Agrega que “cuando regresan a sus hogares prefieren utilizar taxi, pues estos les facilitan el transporte de mercados o las ayudas que reciben en los centros de atención, pero a su vez les genera altos costos, teniendo en cuenta que son personas de bajos recursos y que son hogares que reciben menos de un salario mínimo”.
Más cultura y empatía
Pese a que se ha avanzado en la implementación de políticas públicas como herramientas de protección y garantía de los derechos de la población en situación de discapacidad, algunas estrategias y planes para su implementación no están funcionando por completo o no son percibidos por esta población.
Según la investigadora, “quizá una de las mayores brechas se encuentra en el componente social, pues los conductores de este servicio público necesitan mayor capacitación y flexibilidad en los itinerarios de las rutas, que les permita atender el acceso al transporte, para la población en situación de discapacidad, que a su vez promueva una inclusión efectiva y calidad de vida”.
También se requiere que la Secretaría Distrital de Movilidad capacite tanto a su personal de operación del transporte público como a la comunidad en general, sobre sensibilización y pedagogía en temas de discapacidad y acceso al sistema de transporte”, subraya.
Otra de las alternativas planteadas por la experta es que se implemente, por ejemplo, un flota de taxis o transporte especial, a precio subsidiado, adaptados a esta población, multi viajeros, que en horarios convenidos puedan realizar viajes específicos y recoger a varios usuarios para trasladarlas hasta las unidades operativas, reduciendo así algunas de las barreras.
(Por: fin/SMC/MLA/LOF)N.° 370