Salud
Terapia ocupacional para niños y jóvenes escolares
La promoción de la cultura y la salud ocupacional en entornos escolares requiere de la presencia de terapeutas ocupacionales para generar adaptabilidad y accesibilidad a diferentes públicos, como los niños en situación de discapacidad.
Bogotá D. C., 04 de mayo de 2015 — Agencia de Noticias UN-Así lo manifiestan investigadores de la U.N., luego de determinar qué estrategias y campañas en favor de una cultura preventiva en los colegios no manejan el aporte de este tipo de profesionales.
El punto de partida fueron los productos e iniciativas basadas en un convenio que el entonces Ministerio de Protección Social tuvo con el Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social.
En la actualidad, esta relación se da con el Ministerio de Trabajo. En Colombia, se han publicado cartillas dirigidas tanto a estudiantes como a docentes, en el manejo de una cultura de salud ocupacional en las instituciones educativas.
La idea con este material es concienciar al alumnado para que desde pequeños cuiden aspectos como la postura al sentarse y eviten las cargas excesivas en los morrales. También existe otro punto a estudiar y es el uso de aparatos tecnológicos, cuyo exceso puede presentar daños músculo-esqueléticos, por ejemplo, en las manos y los pulgares.
“Dentro de las primeras 10 enfermedades de corte laboral en Colombia están estos desórdenes. Dichas complicaciones pueden afectar el entorno de nuestros hijos”, afirma Olga Beatriz Guzmán, docente del departamento de Ocupación Humana de la U.N.
La profesora Guzmán se encargó de dirigir a las estudiantes Yury Alejandra Caicedo y Francy Tatiana Guerrero, del grupo y semillero de investigación Ocupación e Inclusión Social, quienes desarrollaron este tema dentro de sus respectivos trabajos de grado.
La conclusión dada por las investigadoras es que el aporte de la terapia ocupacional en estos escenarios haría más efectiva la estrategia tanto con los estudiantes, como con sus maestros y sus padres.
Pero, ¿cómo se daría ese enfoque de accesibilidad y adaptabilidad a la promoción de una cultura y salud ocupacional aptas para los entornos escolares? Pues bien, la investigación plantea que el manejo de las herramientas de prevención puede dar alcance a niños en situación de discapacidad, ello generaría inclusión a la estrategia.
“Dentro de la actividad terapéutica no se trata de manejar actividades generales para todo el mundo, sino adaptarlas a las capacidades, condiciones y entorno de la persona a la que se dirige”, cuenta la profesora Olga Beatriz Guzmán.
Mantener la buena postura al estar de pie o sentado, evitar el manejo excesivo de los dispositivos electrónicos, así como las cargas innecesarias en los morrales son consejos que pueden transmitirse de diversas formas dependiendo de si el estudiante tiene limitación visual, física o auditiva, añade la docente.
No se trata de cambiar las herramientas, materiales y ambientes para este tipo de población, sino de adaptarlas a las exigencias que sus capacidades requieren. Por ejemplo, si un estudiante de baja estatura está en un pupitre donde sus pies no alcanzan el suelo, es necesario buscar un complemento para que sus extremidades no queden en el aire, como un banco pequeño o butaca adicional.
“Se puede adaptar un lápiz para que el alumno tenga un agarre óptimo al escribir. Si hay carga adicional en los morrales que afecte la salud del niño tengo que mirar qué es lo que trae y dialogar con él, sus padres y maestros qué cosas se deben llevar o no a la escuela”, afirma la académica.
Esto hace parte del trabajo terapéutico en escenarios ocupacionales para generar un hábito en el buen manejo del cuerpo, lo que lleva a un niño o joven a crecer con una cultura de prevención y de autocuidado. La recomendación y propuesta de estas investigadoras es que crezca el espacio para el terapeuta ocupacional y que en las siguientes fases de estos proyectos su rol sea definido.
(Por: Fin/DSGM/dmh)N.° 287