Economía & Organizaciones
Teoría de los Nobel de Economía, clave en relación Estado-empresas
El reconocimiento, que este año se les entregó a los matemáticos Paul Milgrom y Robert Wilson por “sus mejoras en la teoría de subastas y la invención de nuevos formatos de subastas", ha permitido crear mercados más eficientes y con mejores ingresos para los Estados que los adoptan.
Bogotá D. C., 14 de octubre de 2020 — Agencia de Noticias UN-En palabras de Óscar Arturo Benavides, doctor en Economía de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien hizo una estancia posdoctoral en la Universidad de Stanford, donde los galardonados son maestros, “la teoría de subastas es más que actual por la continua aparición de nuevos mercados”.
En ese sentido, mencionó el caso de las pruebas y futura asignación de torres 5G, que obligan a los Gobiernos a “diseñar cómo van a regular y a hacer mejoras en esos mercados, en los que más de una empresa tiene interés”.
El doctor Benavides agrega que, por ese tipo de usos prácticos, la teoría de subastas está ligada directamente con la relación entre el Estado y el sector privado.
“Las subastas son básicamente mecanismos para obtener resultados. En su versión más coloquial, en una subasta hay un objeto valioso que varios quieren, y quien hace la mejor oferta se queda con él”, señala el profesor Benavides.
En el caso del Estado, lo que sucede es que existen varios mercados –como el de la generación de energía eléctrica o de las telecomunicaciones– en los cuales él tiene los derechos, y por eso asigna un “ganador” de esa subasta pública.
El profesor Benavides explica que esa modalidad es muy usada por los Gobiernos, ya que les permite recibir varios interesados, analizar las propuestas, las ventajas, las perspectivas a futuro y seleccionar la opción con la que podrá obtener la máxima ganancia por esos derechos.
Muchos mercados tienen un trasfondo similar, como el portal de ventas en línea eBay, o la subasta de dólares con promesa de recompra del Banco de la República, o incluso las licitaciones del Estado, en las cuales el bien a obtener son los derechos de construcción, de trabajo, o de aprovechamiento de recursos.
Por ejemplo, para la primera línea del metro de Bogotá, la Alcaldía abre la licitación, recibe diferentes propuestas, las analiza y elige la que mejor cumple las condiciones costo-beneficio. En casos como estos, gracias a herramientas como las subastas se pueden realizar este tipo de adjudicaciones.
El doctor Benavides explica que “uno de los valores más grandes de la teoría ganadora es que tiene aplicaciones tangibles, ya que una parte de importante de la contratación pública está relacionada: grandes proyectos de infraestructura se entregan con licitaciones, las empresas que prestan los servicios de internet de banda ancha, la telefonía móvil, la energía eléctrica lo hacen por ser ganadores de las subastas del Estado”.
Contrario a otras teorías económicas, que se enfocan en solucionar problemas puntuales, la ganadora del Nobel no hace, lo cual le permite ajustarse a los distintos escenarios.
“Esta teoría ha permitido diseñar políticas públicas en cuanto aparecen las necesidades; hace 30 años no pensábamos en cómo otorgar el mercado de internet, pero hoy sí, y gracias a ese tipo de herramientas es que se configura la mejor forma del mercado”, subraya el académico.
Explica además que “el trabajo de los ganadores también se orienta a mejorar las relaciones entre las grandes empresas –que llegan a valer incluso más que el PIB de países enteros– con el sector público. Esto abre la puerta a que las firmas vean cómo participan de una manera más eficiente con el Estado para solucionar los problemas que vienen, o a interactuar con los mercados que hace una década no existían”.
Teoría de Juegos
La teoría surgió como una forma de entender problemas y se utiliza desde los años 50 para propósitos económicos. “La idea es más intuitiva de lo que se cree: cuando alguien empieza a jugar ajedrez debe tener en cuenta las alternativas que tiene su rival y viceversa. Eso no es muy diferente a cuando las empresas deben tomar decisiones frente a otros competidores, tienen varias alternativas que les permiten considerar las posibles acciones de su contrincante”, comenta el profesor Benavides.
También explica que “ninguno de los ganadores del Nobel estaba en la Facultad de Economía, sino en de la de Negocios. En la Universidad de Stanford los estudiantes son grandes conocedores de la teoría de juegos y no es coincidencia que cerca de esta quede Silicon Valley. Allí se requieren nuevos modelos de negocio y esta ha sido muy buena en generar esa fundamentación para que las empresas surjan de manera exitosa”.
(Por: fin/AMV/MLA/LOF)N.° 87